Redacción
21/05/2013
Barak Obama ha reconocido el papel de Thein Sein en la apertura política de Birmania y ha apoyado el proceso de reformas económicas que se está llevando a cabo en Birmania.
La semana pasada y en vísperas del viaje oficial de Thein Sein a Estados Unidos, el gobierno birmano liberó a 23 presos políticos.
Obama, que por primera vez se ha referido a Birmania con el nombre que la junta militar adoptó oficialmente en 1989, Myanmar, también ha mostrado su preocupación por los brotes de violencia contra la minoría musulmana de Birmania.
El presidente birmano, según
The New York Times, ha reconocido los desafíos a los que se enfrenta Birmania y se ha mostrado consciente de la necesidad de seguir impulsando reformas económicas y la reconciliación nacional.
En referencia a la persecución de musulmanes de las últimas semanas, Thein Sein ha asegurado que en su país se trabaja para luchar contra la discriminación y que los responsables de los brotes de violencia serán llevados ante la justicia.
El mes pasado los enfrentamientos entre budistas y musulmanes en el centro del país se cobró la vida de al menos cuarenta personas. Mientras que el año pasado en el estado de Rakhine, en la frontera con Bangladesh, los brotes de violencia contra la minoría Rohingya dejó más de 250 muertos y miles de desplazados.
En Estados Unidos, organizaciones pro derechos humanos y algunos senadores han cuestionado la oportunidad de la visita ya que consideran que todavía es demasiado temprano para valorar si Birmania realmente avanza hacia la democracia.
La transición birmana ha estado fuertemente controlada por los militares. A finales de 2010 Birmania celebró las primeras elecciones desde 1990, fecha en que el partido de la líder de la oposición, Aung San Su Kyi, ganó los comicios, pero la junta militar se negó a respetar los resultados.
Thein Sein, que abandonó su condición de militar para presentarse a los comicios, fue investido presidente en marzo de 2011.
Desde entonces se ha llevado a cabo numerosas reformas políticas que han permitido que Aung San Suu Kyi pudiera presentarse a unas elecciones parciales y ganar un escaño en el parlamento con una victoria aplastante. También se han producido varias amnistías y liberaciones de presos políticos, aunque se calcula que todavía quedan en prisión varios centenares.
Para intentar acabar con los conflictos con las numerosas minorías étnicas se han iniciado conversaciones con algunas de las guerrillas y se ha firmado el alto el fuego con la minoría Karem.
Estados Unidos apuesta por apoyar el proceso de transición birmano y ya ha reabierto su embajada en el país, además de levantar algunas de las sanciones contra el régimen birmano.
Birmania tiene un importante papel geoestratégico para Washington ya que su influencia contendría el papel de China, hasta ahora su principal socio comercial, y reforzaría su presencia en el Asia-Pacífico, una zona declarada estratégica para la nueva política exterior norteamericana.