Redacción
18/01/2013
La caída de las exportaciones, debido a la crisis económica global, y las medidas del gobierno chino para controlar la inflación, especialmente para enfriar el mercado inmobiliario, han sido las responsables de la ralentización del crecimiento.
Según los datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el PIB ha crecido un 7,9% en los últimos tres meses del año, frente al 7,4% registrado en el trimestre anterior, que fue la tasa más baja desde 2009.
La
segunda economía mundial ha crecido un 7,8% en 2012, mientras que la primera, Estados Unidos, ha crecido alrededor de un 2%. A pesar de ello, es el ritmo más lento registrado desde 1999 y una décima por encima de las previsiones del gobierno chino.
La tasa queda lejos del 9,3% registrado en 2011 y del 10,4% de 2010, cuando la economía estaba bajo los efectos del gran plan de estímulo introducido para contrarrestar los efectos de la crisis financiera internacional de 2008.
El gobierno chino confía en que la ralentización ha tocado fondo y que la economía volverá a la senda de la aceleración. En el último trimestre se han empezado a ver algunos “brotes verdes”: las exportaciones han repuntado, la producción industrial ha crecido en octubre y noviembre y también se ha registrado un aumento de las inversiones.
El consumo interno también se ha recuperado. Las ventas minoristas han aumentado un 14,3% en 2012.
Pekín ha adoptado medidas para estimular la economía; durante 2012 recortó en dos ocasiones los tipos de interés y en tres la tasa de reservas que exige a los bancos. También ha aumentado la inversión en infraestructuras y ha incentivado las exportaciones y el consumo interno.
Las medidas para contener la inflación han tenido éxito. El IPC de 2012 se sitúa en el 2,6% frente al 5,4% registrado el año anterior.
Aunque las perspectivas para 2013 son de estabilidad, el gobierno chino confía en seguir implementando reformas para transformar el modelo económico, seguramente el promedio de crecimiento de dos dígitos (10%) al que hasta hace poco estaban acostumbrados quedará lejano.