India toma conciencia de la gran indefensión en la que viven las mujeres
La violación en grupo de una joven de 23 años en un autobús ha desencadenado una profunda convulsión en la sociedad india, que se encuentra repentinamente frente a la indefensión flagrante en la que viven las mujeres.
redacción
02/01/2013
Shashi Tharoor, ministro de Enseñanza Media del gobierno de Manmohan Singh, ha propuesto que se haga público el nombre de la víctima para que se asocie a una nueva legislación sobre la violación que sea efectiva.
La propuesta del ministro Tharoor, basada en la tradición norteamericana de bautizar las leyes con el nombre de la víctima de la injusticia que quieren corregir, choca con el riesgo de que la familia de la chica violada sea estigmatizada en un entorno sexista y machista.
De hecho, el principal partido de la oposición, el hinduista Bharatiya Janata, ya ha anunciado que está radicalmente en contra de que se conozca el nombre de la chica y que se opondrá a cualquier cambio legislativo en ese sentido.
La permisividad de la sociedad india ante los abusos sexuales contra las mujeres lleva las estadísticas a revelar que en la capital de India, Nueva Delhi, es violada una mujer cada 14 horas.
La víctima de la agresión múltiple en un autobús de Nueva Delhi volvía del cine con un amigo. Fue violada durante una hora dentro del vehículo por un grupo de hombres que la torturó y le pegó una paliza antes de tirarla por la ventana. El joven que la acompañaba también recibió una paliza con barras de hierro.
La chica moría el último fin de semana de este 2012 en Singapur tras días de hospitalización en estado crítico. La familia ha esparcido este 1 de enero las cenizas en el Ganges, el río sagrado de los hindúes.
Entretanto, el país ha reclamado en las calles un reforzamiento de la ley para perseguir a los violadores y sobre todo para proteger a las mujeres de las constantes agresiones verbales, insultos y abusos que sufren.
Las leyes contra estos delitos existen pero no se aplican con eficacia porque la sociedad es muy permisiva con los comportamientos vejatorios de los hombres contra las mujeres.
Prueba de que las indias no confían en que un cambio en la legislación se vaya a traducir en una protección efectiva es el hecho que desde la violación en grupo de Delhi se han multiplicado exponencialmente las solicitudes de tenencia de armas de fuego, pistolas concretamente, por parte de mujeres.
Seis personas han sido detenidas en relación con la violación en el autobús y de demostrarse que se trata de los agresores, podrían ser condenados a la pena de muerte, veredicto que rara vez se traduce en ejecución en India.