Redacción
23/01/2013
El régimen de Pyongyang ha contestado con un nuevo desafío a la comunidad internacional y en una declaración formal hecha pública por la agencia estatal de noticias
KCNA se ha comprometido a fortalecer su capacidad militar y reforzar su capacidad de disuasión nuclear.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado por unanimidad el lanzamiento, en diciembre de 2012, de un cohete de largo alcance con capacidad para transportar cabezas nucleares. El Consejo deplora la violación de resoluciones anteriores que prohibían a Corea del Norte realizar nuevas pruebas nucleares.
También se ha acordado ampliar las sanciones al añadir nuevos nombres a la lista negra de personas y entidades a las que congelar las cuentas y no otorgar visados. Entre ellas se encuentra la Agencia Espacial de Corea del Norte, el Bank of East Land y algunos funcionarios de la administración de Pyongyang.
En esta ocasión China, el principal aliado de Corea del Norte, ha sumado su voto a la declaración de Naciones Unidas y no se ha opuesto a las sanciones.
Corea del Norte además de asegurar que seguirá adelante con su programa nuclear, por lo que todo hace pensar que tiene previsto realizar una nueva prueba, también ha dado por rotas las negociaciones a seis bandas para desnuclearizar la península de Corea.
La ONU impuso sanciones por primera vez a Corea del Norte en 2006, tras realizar su primera prueba nuclear, las amplió en el 2009, al comprobar que se había realizado un nuevo ensayo nuclear y las ha vuelto a incrementar tras el lanzamiento del cohete del pasado diciembre.
En los últimos días, desde Corea del Sur se ha asegurado que según sus investigaciones el programa nuclear norcoreano se realiza en gran medida con desarrollo tecnológico propio.
La información todavía inquieta más a Corea del Sur, Japón y Estados Unidos porque significa que las sanciones internacionales que impiden a Pyongyang importar tecnología no serían muy efectivas ya que parece que son capaces de producir su propio material sin ayuda exterior.
Corea del Sur y Estados Unidos estudiarán imponer sanciones adicionales a las acordadas por la ONU. El enviado especial de Estados Unidos para los asuntos norcoreanos, Glyn Davies, llega a Seúl el próximo 24 de enero y los dos países podrían adoptara medidas adicionales como dificultar el acceso de los barcos norcoreanos a las costas de Corea del Sur o aumentar la inspección de los buques norcoreanos para impedir el tráfico de armas.
Sin embargo, todos son conscientes que son medidas de muy corto alcance. Sólo China, el principal aliado comercial de Corea del Norte y prácticamente su único sustento económico, puede realmente forzar una negociación.