Pakistán asiste impotente a nuevos asesinatos de sanitarios que participan en la vacunación contra la polio
La campaña de asesinatos de sanitarios que participan en la campaña de vacunación contra la polio en Pakistán no se detiene. Sin una reivindicación clara, gobierno y sociedad civil apuntan a los talibanes como responsables de la muerte de ocho personas en los últimos días.
Redacción
20/12/2012
El gobierno de Islamabad asegura que no se esperaba la virulencia de la campaña terrorista contra los trabajadores de la sanidad pública que participan en una gran operación de vacunación de niños y niñas para rebajar drásticamente la poliomielitis.
Pakistán es uno de los pocos países del Planeta, junto al vecino Afganistán y Nigeria, donde todavía subsiste la enfermedad.
Las autoridades pakistaníes temían el desafío islamista contra la vacunación en las áreas tribales, en alguna de las cuales impera la ley de los talibanes.
Pero las fuerzas de seguridad se ven impotentes para proteger a los miles de sanitarios que en todo el país participan en la campaña de vacunación.
Los cinco primeros asesinatos tuvieron lugar el martes en Peshawar, donde murió un adolescente que participaba como voluntario en la campaña, y en Karachi, donde fueron abatidos cuatro voluntarios más.
Las muertes en Karachi son las que más sorprendieron al gobierno pakistaní, puesto que la ciudad se encuentra en el sur del país, muy alejada de las áreas más dominadas por los grupos islamistas.
El miércoles, una de las muertes se produjo en la provincia occidental de Khyber Pakhtunkhwa, cerca de Peshawar, y otras dos en la localidad de Charsadda, al nordeste de la misma ciudad.
Los ataques no han sido reivindicados directamente, pero en numerosas ocasiones clérigos cercanos a las posiciones de los talibanes han clamado contra las campañas de vacunación afirmando que son en realidad un programa de esterilización encubierto para reducir la población en las áreas de mayoría islamista.
Además, los islamistas denuncian que la CIA utilizó una falsa campaña de vacunaciones como sistema para llegar a identificar a Osama Bin Laden y certificar su paradero en Abbottabad para poderlo matar.
Ante esta ola de atentados, Naciones Unidas, que a través de la OMS y UNICEF apoyaba la campaña de vacunación, ha decidido retirar a sus agentes sobre el terreno.
Con todo, y a pesar de las protestas de técnicos sanitarios pakistaníes por la inseguridad, el programa sigue adelante.
Según las estadísticas recogidas por los medios de comunicación, en Pakistán han sufrido parálisis por polio 47 niños este año, en comparación con los 154 de 2011, una drástica reducción debida a los programas de vacunación, cuya efectividad ha sido probada en países tan densos demográficamente como la vecina India, donde ha sido prácticamente erradicada.