Redacción
17/12/2012
En todo el país se ha guardado tres minutos de silencio en honor de su fallecido líder, mientras que el nuevo dirigente del país, Kim Jong-un, junto a su mujer y destacadas personalidades del régimen han presentado sus respetos en una ceremonia oficial retransmitida por la televisión.
El cuerpo embalsamado del “querido” líder Kim Jong-il ha sido expuesto en un ataúd de cristal en el mausoleo de Kumsusan, en Pyongyang, donde también descansa su padre y fundador de la dinastía, Kim Il-sung.
Un grupo de
periodistas internacionales ha sido invitado a visitar el mausoleo y han podido certificar que el dirigente reposa bajo una bandera del país vestido con su característico traje de color caqui. También se exponen algunas de sus pertenencias, como sus conocidas gafas de sol o los zapatos con plataforma que usaba.
Kim Jong-il murió el 17 de diciembre de 2011 de una taque al corazón, pero su muere se dio a conocer dos días después.
Desde entonces se ha consolidad la tercera transición hereditaria desde la creación de la República Popular de Corea, la única de una “dinastía” que se describe como estalinista.
A lo largo de este año Kim Jong-un ha ido asumiendo el mando político y militar del país. El lanzamiento con éxito del primer cohete capaz de poner en órbita un satélite ha sido el broche definitivo para confirmar su liderazgo.
Aunque el régimen de Pyongyang asegura que el lanzamiento tiene fines pacíficos con el objetivo de lanzar satélites de uso civil, en teoría significa que puede lanzar misiles capaces de impactar en territorio de Estados Unidos y por descontado en Corea del Sur y Japón.
La comunidad internacional ha condenado el lanzamiento del cohete que viola una resolución de Naciones Unidas de 2009 y que han calificado de provocación.
Se teme que Corea del Norte tense todavía más las relaciones con Occidente y con sus vecinos del sur realizando alguna nueva prueba nuclear subterránea.