Redacción
14/12/2012
El régimen de Pyongyang celebra, multitudinariamente y con la parafernalia habitual, el lanzamiento con éxito de un cohete capaz de poner satélites en órbita que ha levantado las críticas de la comunidad internacional.
Una multitud de militares y civiles, perfectamente ordenada y conjuntada, han
celebrado en el centro de la capital, en la plaza Kim Il-sung , el lanzamiento del cohete de largo alcance con el fervor habitual de las grandes manifestaciones de patriotismo.
La televisión ha retransmitido el acto en que las autoridades han pronunciado discursos con las reiterativas alabanzas a la dinastía de los Kim y el público, una masa de gente perfectamente ordenada, ha respondido con los habituales aplausos y vítores.
La celebración se puede considerar un aperitivo del acto de masas previsto para el próximo lunes en que se conmemorará el primer aniversario de la muerte de Kim Jong Il.
El pasado doce de diciembre se probó con éxito el lanzamiento de un cohete de largo alcance, Estrella brillante-3, que incrementa la capacidad militar del país ya que podría poner satélites en órbita y lanzar proyectiles de largo alcance, en lo que se ha considerado un nuevo desafío del régimen norcoreano.
Tanto la Administración norteamericana como Seúl y Tokio han condenado enérgicamente la prueba y la consideran una nueva violación de las resoluciones de Naciones Unidas.
La ONU prohibió en 2009 en una resolución las pruebas con misiles balísticos por parte de Corea del Norte, después que el régimen estalinista realizara una segunda prueba nuclear subterránea.
Pyongyang ha vuelto a poner sobre la mesa su capacidad de chantaje a la comunidad internacional con la demostración de los avances de su capacidad militar que compromete, al menos sobre el papel, la seguridad de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
Además, lo hace en un momento políticamente delicado para Seúl, que celebra elecciones presidenciales el próximo 19 de diciembre. Para Pyongyang el lanzamiento del cohete también es una forma de hacerse visible durante la campaña de las elecciones surcoreanas.