Redacción
07/11/2012
El proyecto conocido como Xayaburi, contempla la construcción de una gran presa para producir electricidad. El proyecto, valorado en 3.500 millones de dólares, está financiado por grupos inversores y entidades financieras de Tailandia y el 90% de la electricidad que se produzca se venderá a ese país.
La construcción de la presa ya se había iniciado, pero fue paralizada para evaluar el impacto medioambiental que tendrá en el cauce del río y las consecuencias que puede tener para la forma de vida de los millones de personas que viven en la región.
Camboya y Vietnam, dos países que se verán afectados por la presa Xayaburi, ya que su territorio se encuentra por debajo del embalse, se han opuesto a la construcción.
Grupos medioambientales han advertido que unos 65 millones de personas dependen del Mekong para su supervivencia y que la construcción del embalse afectará a la pesca y a la agricultura, especialmente en la zona del delta, en Vietnam, donde se utiliza el agua dulce para el cultivo del arroz.
El gobierno de Laos asegura que ha tenido en cuenta el impacto medioambiental y que se han adoptado medidas para minimizarlo, por lo que se ha aprobado su continuidad.
El gobierno ha organizado una ceremonia oficial para celebrar que
se inicia la etapa de construcción hoy miércoles siete de noviembre. El responsable del proyecto ha recordado que según la tradición budista antes de iniciar los trabajos se debe pedir perdón a los espíritus de la zona por alterar el río.
Está previsto que la presa se pueda inaugurar en 2019 y se calcula que generara unos 1.200 megavatios.
Laos, uno de los países más pobres del planeta, considera que la opción de aprovechar sus ríos para producir energía y venderla representa una buena opción para su desarrollo.