12/11/2012
La economía japonesa ha caído
un 3.5% en el trimestre de junio a septiembre, respecto al mismo periodo de 2011. En comparación con el trimestre anterior, el primero del año fiscal japonés que se inicia en marzo, la contracción ha sido de un 0,9%. Es la mayor caída desde marzo de 2011, en que el terremoto y posterior tsunami paralizó la producción.
Los datos económicos añaden más presión al gobierno de Yoshihiko Noda, que debe convocar elecciones en los próximos meses y que ha perdido gran parte del apoyo popular, según las encuestas.
Japón, además de intentar superar la crisis provocada por tsunami y el accidente de Fukushima, ha tenido que enfrentarse a una combinación de factores que lastran su economía.
La desaceleración de la economía mundial, muy especialmente de sus mercados clave como la UE y EEUU, han provocado un desplome de sus exportaciones, uno de los pilares de su crecimiento económico.
A ello hay que sumarle los conflictos con su vecino y principal socio comercial, China. Los enfrentamientos por la territorialidad de las islas Senkaku (conocidas en chino como Diaoyu) han provocado protestas antijaponesas en China, que se han traducido en una nueva caída de las exportaciones.
La desaceleración de la demanda ha ido acompañada de una fuerte revalorización del yen. Desde el pasado marzo la moneda nipona ha aumentado su cotización frente al dólar un 5%, y un 8,5% respecto al euro.
La crisis de la eurozona y la lenta recuperación de la economía norteamericana han provocado que los inversores recurran al yen como moneda de reserva. La revalorización de la divisa hace perder competitividad a las exportaciones.
También se ha frenado el consumo interno, que en el último trimestre ha caído un 0,5%.
Los indicadores económicos auguran que la situación se puede deteriorar todavía más en el cuarto trimestre del año.
Es probable que Japón, la tercera economía mundial, sume un nuevo trimestre de contracción y entre técnicamente en recesión, la quinta de los últimos quince años.
Se esperan nuevas medidas de estímulo del Banco de Japón, que ya mantiene el precio del dinero entre el 0 y el 0,1% y que en los últimos meses ha aprobado inyecciones millonarias de liquidez para facilitar el crédito, la última en octubre i por valor de 106.590 millones de euros.