Redacción
30/11/2012
La economía de India ha crecido un escaso 5,3% en el tercer trimestre del año confirmando la desaceleración. La agricultura y el sector manufacturero son los principales responsables del escaso crecimiento, unidos a un estancamiento del consumo interno y a una reducción de la inversión extranjera.
Los datos facilitados por la Oficina de Estadísticas confirman que la
economía india suma tres trimestres consecutivos con un crecimiento por debajo del 6%. Durante el periodo de julio a septiembre el PIB ha caído respecto al trimestre anterior, en que creció un 5,5%, y queda lejos del 6,7% que se registró en el mismo periodo de 2011.
La desaceleración de la economía aumenta la presión al gobierno de Manmohan Singh para que acelere las reformas y la liberación económica. Unas reformas, que como la apertura del mercado minorista a la inversión extranjera, están siendo paralizadas por la oposición en el parlamento y muy contestadas en la calle.
Precisamente la parálisis política ante unas reformas que el mundo económico considera indispensables es una de las claves que frena el crecimiento y la inversión extranjera.
Durante el tercer trimestre de 2012 – el segundo del año fiscal indio que empieza en abril – el sector más dinámico ha sido el de los servicios financieros, que ha crecido un 9, 4%, seguido de la construcción que se ha situado en el 6,7%. Sin embargo la agricultura ha aumentado un raquítico 0,8% y la producción manufacturera un escaso 1,2%.
Ante la desaceleración se especula con nuevas medidas financieras para estimular el consumo como una bajada de tipos de interés. Sin embargo el Banco de la Reserva India intenta hacer equilibrios entre su apuesta por contener la inflación y las medidas de estimulo económico.