Redacción
20/11/2012
Los tres países que suman un 20% del PIB mundial negocian un Tratado de Libre Comercio, TLC, que puede permitir superar las tensiones territoriales que cíclicamente los mantiene enfrentados y que afectan directamente a su economía.
Las
negociones se realizan en Camboya, donde se celebra la cumbre de países ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), que además de reunir a sus 10 miembros facilita los contactos de cooperación con otros países como el foro ASEAN + 3 que incluye a China, Japón y Corea del Sur.
La cumbre también cuenta con la participación de otras naciones como Rusia, Estados Unidos o India con intereses estratégicos y económicos en la región.
China, Japón y
Corea del Sur reconocen los lazos culturales y económicos que los unen y que pueden aprovechar al crear una unidad comercial. Las tres naciones representan una quinta parte del Producto Interior Bruto mundial.
En Mayo pasado se adoptó la decisión de negociar a tres bandas el TLC, pero las reclamaciones territoriales no han ayudado a impulsar el diálogo. Sin embargo, se espera que a principios de 2013 se celebre la primera ronda de negociaciones del acuerdo trilateral con objetivos concretos.
Los frecuentes enfrentamientos políticos por la soberanía de algunas islas o de aguas en el Mar de China Meridional, rico en recursos naturales, dañan las relaciones comerciales entre los tres países.
La escalada de tensión entre Pekín y Tokio por la territorialidad de las islas Diaoyu (Senkaku en japonés) se ha traducido en graves pérdidas en la balanza comercial. Las marcas japonesas han notado un importante descenso en sus ventas en China. Además, la ola de protestas en China provocó el cierre de fábricas niponas en el país ante el temor a graves altercados.
Si los tres países consiguen llegar a un acuerdo, la eliminación de aranceles puede impulsar el comercio. Las exportaciones japonesas se ven penalizadas por la fuerte revalorización de su moneda, mientras que los productos agrícolas chinos tiene problemas para entrar en el proteccionista mercado nipón.
El comercio entre los tres países puede alcanzar los 300.000 millones de dólares en 2015.