Redacción
26/11/2012
Este paso delante de la industria de defensa china es más simbólico que efectivo, porque los expertos en defensa consideran que Pekín está a años vista de conseguir tener una flota que le permita llevar su capacidad disuasoria lejos de sus costas.
Pero, en cualquier caso, la visión del un cazabombardero chino
aterrizando sobre un portaviones no puede hacer más que inquietar a los vecinos de la gran potencia emergente.
Sobre todo ahora que crece la tensión por la soberanía en disputa de las distintos archipiélagos del mar de China.
Tokio está enfrentado a Pekín por las islas Senkaku –Diaoyu en China--, cuyas aguas jurisdiccionales cubren un fondo marino rico en hidrocarburos. Situadas a medio camino entre Taiwán y el sur del archipiélago japonés, estas diminutas islas han sido el escenario de incidentes entre barcos de pesca chinos y las patrulleras niponas.
La tensión en el mar se trasladaba meses atrás a tierra y miles de chinos se manifestaban delante de la embajada japonesa en Pekín, con la complicidad de la policía, para reclamar la soberanía del pequeño archipiélago.
Al cabo de unos días el régimen chino rebajaba el tono pero los manifestantes nacionalistas ya habían actuado violentamente contra intereses japoneses. Algunas fábricas de automóviles de las grandes marcas niponas paralizaron la producción durante algunos días ante la inseguridad de la situación.
Todo ello sucedía en las semanas previas al congreso del Partido Comunista de China, la gran cita de la cúpula dirigente en la que se escenifica el relevo generacional.
Más calmadas están las aguas en el Mar de China meridional, donde Pekín se atribuye el derecho de acceder a las riquezas del subsuelo marino en archipiélagos cercanos a las costas de Malasia o Filipinas y en el de las Spratly, en disputa directa también con Vietnam.
La semana pasada, la reunión de ASEAN, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, tuvo que pasar de puntillas sobre la cuestión en los contactos con China, uno de los vecinos, junto a Japón y Corea del Sur, invitado a la cumbre.