China modera su crecimiento hasta el 7,4% en el tercer trimestre
La economía china ha crecido en el tercer trimestre de este 2012 un 7,4%, dos décimas menos que en el trimestre anterior, aunque esta moderación coincide con nuevas evidencias de que la segunda economía mundial puede volver a acelerarse en los próximos meses.
Redacción
18/10/2012
Junto con el crecimiento del PIB, las autoridades han dado a conocer el crecimiento de la producción industrial en septiembre, que ha sido del 9,2%, tres décimas superior al de agosto.
Otro dato todavía más esperanzador es el incremento de las ventas al detalle de septiembre, un 14,2% superiores al año anterior.
Y es especialmente positivo porque la dirección comunista china lleva buscando desde hace meses resultados en la nueva gran transformación de China, su paso de una economía volcada en la exportación a la creación de un mercado interno fuerte y dinámico, es decir, menos dependencia del exterior y más consumo.
Al mismo tiempo, el enfriamiento relativo que demuestra el crecimiento del 7,4% tiene que ver con la caída de los precios inmobiliarios, un sector que, sin llegar a la burbuja vivida en España o Estados Unidos, sufría claras tendencias especulativas.
Una lectura en negativo de la moderación del PIB retrotrae a la economía china a 1999, año en el que habría que buscar el último crecimiento similar, el 7,6%.
Pero esa visión sería equivocada, una mera ilusión óptica basada en una lectura superficial de la estadística.
Entre un crecimiento del 7 y del 8% solamente va un punto, algo que con la complejidad de la economía china resulta casi, podría decirse, irrelevante. Un punto porcentual en el crecimiento del PIB cuando se sitúa entre el 0% y el 1% puede resultar capital, pero entre el 7 y el 8, en una economía dinámica y emergente, no cambia gran cosa.
Tanto más cuando, como apunta Financial Times, el contexto socioeconómico de la década de los noventa y el actual es muy diferente.
A pesar de la moderación en la expansión del PIB, la economía china ha creado diez millones de puestos de trabajo entre enero y septiembre.
Además, hoy China no tiene la presión demográfica de los años iniciales de la reformas. La política del hijo único ha reducido progresivamente el número de jóvenes que se incorporan anualmente al mercado de trabajo.