Redacción
03/09/2012
En agosto China ha registrado una nueva caída en la producción de manufacturas, el nivel más bajo de los últimos nueve meses, aumentando los temores a una rápida desaceleración de la segunda economía del mundo.
El
Índice de Gestión de Compras (PMI, siglas en inglés), un indicador que mide la actividad industrial, registró una caída de hasta el 49,2 en agosto desde el 50,1 que marcó en julio. Es el nivel más bajo desde el mes de noviembre de 2011.
Un PMI por debajo del 50 indica contracción del crecimiento económico.
La caída de la demanda desde la zona euro y Estados Unidos hunde el sector manufacturero chino y el consumo interno no consigue activarse lo suficiente para compensar la caída de las exportaciones.
El dato de las manufacturas aumenta los temores a que China sufra una desaceleración más rápida de lo esperado.
Se espera que la
inflación en agosto repunte por encima del 2% debido al aumento del precio de los alimentos y del combustible.
En el segundo trimestre del año el PIB del gigante asiático ha crecido sólo un 7,6%, el ritmo más débil en los últimos tres años.
El gobierno chino es muy consciente de que necesita transformar su modelo productivo, muy dependiente de las exportaciones de productos baratos, para depender de productos de mayor valor añadido y además ctivar el consumo interno.
El Banco de China ha intentado estimular el crecimiento bajando los tipos de interés en dos ocasiones desde el mes de junio y reduciendo la tasa de reservas que exige a los bancos para favorecer el crédito.