Redacción
12/09/2012
Un incendio en una fábrica de ropa en la ciudad de Karachi deja un balance provisional cercano a los 300 muertos y se convierte en el peor accidente industrial en la historia de Pakistán.
Las autoridades de Pakistán cifran de momento en
289 el número oficial de muertos a causa del incendio que se desató en la noche del martes en una fábrica de productos textiles, pero advierten que los trabajos de extinción no han finalizado y pueden aparecer más cuerpos entre los escombros.
Se ha tardado más de quince horas en poder apagar el fuego y el edificio, situado en un edificio de cuatro plantas en un barrio modesto de la ciudad de Karachi, ha quedado calcinado.
En la fábrica trabajaban más de dos mil personas, incluidos algunos niños, en precarias condiciones laborales y de seguridad. El edificio no tenía salidas de emergencia y las ventanas estaban bloqueadas con rejas metálicas.
Muchos trabajadores han quedado atrapados en el interior del edificio y han muerto por asfixia debido al denso humo. La mayoría de los cadáveres se han encontrado en el sótano y la cuarta planta, las zonas de más difícil acceso a la salida.
Se cree que el incendio lo ha podido provocar un cortocircuito en un generador defectuoso y se ha extendido rápidamente.
El gobierno ha asegurado tras conocerse el alto número de víctimas mortales que es el peor accidente industrial que se ha registrado en el país. Desgraciadamente pocas horas después de declararse el incendio en Karachi se ha producido otro en una fábrica de zapatos en la ciudad de Lahore, donde al menos han muerto veinticinco personas, en este caso la mitad de la plantilla.
Los graves problemas de suministro eléctrico que vive Pakistán hacen que la mayoría de las fábricas tengan sistemas propios de suministro y no siempre en buenas condiciones. Los incendios son habituales.