redacción
28/09/2012
El cerco a Bo Xilai se ha cerrado con la contundente decisión de su expulsión del Partido Comunista de China y la presentación de cargos contra él por corrupción y abuso de poder. La noticia casi ha eclipsado el anuncio de que el Congreso del Partido Comunista de China se iniciará el 8 de noviembre.
Los gobernantes chinos cierran con una demostración de contundencia un escándalo que ha salpicado el centro neurálgico del poder de China, y ha hecho correr ríos de tinta sobre posibles enfrentamientos entre diferentes facciones ante la transición política que se va a vivir en el próximo Congreso del Partido Comunista de China, PCCh.
La decisión se ha adoptado en la reunión del Buró Político del Comité Central del PCCh, según recoge la
prensa oficial, y pone fin a meses de especulaciones sobre el destino de Bo Xilai.
El exsecretario del Partido Comunista de la ciudad de Chongqing está acusado formalmente de abuso de poder, corrupción, cobrar sobornos y mantener relaciones inapropiadas con mujeres. Se puede enfrentar a la pena de muerte.
Bo Xilai fue defenestrado de su cargo hace unos meses cuando estalló un gran escándalo por el asesinato del británico Neil Heywood, amigo y socio de la familia en varios negocios.
Su esposa, Gu Kailai, confesó el crimen y ha sido condenada a la pena de muerte con suspensión de sentencia, que normalmente se convierte en una cadena perpetua revisable.
Su excolaborador Wang Lijun, ex jefe de policía de Chongqing, que pidió asilo en el consulado norteamericano en Chengdu cuando se desencadenó el escándalo, ha sido condenado a 15 años de cárcel por abuso de poder, cobrar sobornos y deserción.
Quedaba pendiente el destino de Bo Xilai, una estrella emergente dentro del Partido con serias posibilidades de entrar en el Comité Permanente del Buró Político.
La noticia de la destitución del hasta hace muy poco carismático líder político Bo Xilai casi ha ocultado el anuncio de que el próximo
8 de noviembre se iniciará el XVIII Congreso del PCCh, donde se debe elegir a los nuevos gobernantes del país.
Se esperaba que el Congreso se celebrara en octubre y su retraso había aumentado los rumores sobre una difícil transición en la cúpula del PCCh. Si se cumplen las previsiones, Xi Jinping se convertirá en presidente de la nación en sustitución de Hu Jintao y Li Keqiang ocupará el cargo del hasta ahora primer ministro Wen Jiabao.
La extraña desaparición de la vida pública de Xi Jinping durante varias semanas, oficialmente por un dolor de espalda, no ha ayudado a crear una imagen de tranquilidad ante el próximo Congreso del PCCh y el planificado relevo del liderazgo en la segunda economía del mundo.