Redacción
31/08/2012
La economía india crece más rápido de lo esperado. En el segundo trimestre del año el PIB ha crecido un 5,5% superando las previsiones y alejando, al menos de momento, los temores de una rápida desaceleración.
Los datos oficiales del segundo trimestre de 2012 dan un respiro al gobierno indio, aunque sigue siendo necesario implementar de forma urgente reformas que atraigan inversión extranjera y aumenten la confianza de las empresas.
La tercera economía de Asia sigue creciendo al ritmo más lento de los últimos tres años, pero el comportamiento entre abril y junio, con un
crecimiento del 5,5% respecto al mismo periodo del año anterior, ha sido ligeramente superior al 5,3% registrado en el primer trimestre.
El primer ministro, Manmohan Singh, mantiene sus previsiones de que la economía india se expandirá a un ritmo más rápido en el segundo semestre de 2012.
Sin embargo, la economía India acusa los efectos de la crisis global que hacen caer la demanda de sus exportaciones y también cierta parálisis política que frena las reformas.
El gobierno de Singh se ha visto salpicado por graves casos de corrupción que le han dejado en una posición de debilidad. La oposición ha frenado en el parlamento la aprobación de importantes reformas como las leyes que abren el mercado minorista, la apertura de diferentes sectores a la inversión extranjera o la privatización de industrias.
La producción de manufacturas, el sector agrícola y la minería han caído, mientras que el sector servicios y especialmente la construcción han crecido.
Aunque el sector de la construcción ha crecido un robusto 10,9%, hay que tener en cuenta que las obras se aceleran antes de la llegada del monzón, que este año se ha retrasado. Con la llegada de las lluvias el sector se paraliza.
Los tipos de interés se mantienen estables desde el pasado abril en que el Banco de la Reserva los rebajó medio punto hasta dejarlos en el 8%. A pesar que se ha especulado sobre la necesidad de una rebaja del precio del dinero para estimular la economía, el organismo regulador ha apostado por mantener bajo control la inflación que roza el 7%.
En el año fiscal 2011 (que finalizó en marzo) la economía India creció un 6,5%, lejos del 8% del año anterior. El gobierno confía en cerrar el año con un crecimiento superior al seis por ciento, aunque parece una meta difícil de alcanzar.