Redacción
10/08/2012
El parlamento japonés ha aprobado la controvertida decisión de doblar el impuesto sobre el consumo, pero a cambio el gobierno negocia con la oposición un adelanto de las elecciones.
El primer ministro, Yoshihiro Noda, ha conseguido sacar adelante en el parlamento la ley que incrementa el impuesto sobre el consumo un cincuenta por ciento y superar una moción de censura. El impuesto subirá de forma progresiva del 5% actual, hasta alcanzar el 10% en 2015.
La
subida de impuestos, que muchos analistas y organismos internacionales consideran indispensable para frenar el gran endeudamiento del estado, le sale cara al Partido Demócrata (PD) ya que tiene detractores dentro de sus filas.
Dos parlamentarios han presentado su dimisión antes de la votación y el exprimer ministro Yukio Hatoyama, junto a otros cinco diputados, se ha ausentado de la votación. El mes de julio un peso pesado del PD, el exsecretario del partido Ichiro Ozawa junto a un pequeño grupo de colaboradores se escindieron y crearon una nueva formación.
El gobierno de Noda ha conseguido sacar adelante la nueva ley con los votos del Partido Liberal. A cambio, se ha comprometido a disolver el parlamento y convocar elecciones, pero de una forma vaga ya que sólo ha confirmado que será “pronto”.
El Partido Liberal pretende que el adelanto electoral se produzca cuanto antes, al finalizar el actual periodo de sesiones a principios de septiembre, mientras que Noda aspira a finalizar el actual año fiscal, es decir en marzo de 2013.
Con la victoria de 2009 el Partido Demócrata consiguió apartar del poder al Partido Liberal que llevaba más de cincuenta años en el poder. A pesar de la histórica victoria, la inestabilidad ha sido la mayor constante del nuevo gobierno que ha acumulado tres presidentes en tres años.
La subida de impuestos no estaba en el programa electoral del Partido Demócrata y por ello sus detractores exigen la convocatoria de unos nuevos comicios.
Japón lleva 15 años sin subir los impuestos sobre el consumo, su incremento ayudará a estabilizar la balanza fiscal. Japón es el país industrializado con mayor deuda pública, ya supera el doble de su PIB y organismos como el FMI advierten de la necesidad de realizar importantes reformas fiscales para reducir el endeudamiento del estado.