Redacción
06/08/2012
En la tradicional ceremonia para recordar a las víctimas y la destrucción que causó el lanzamiento de la primera bomba nuclear de la historia, el alcalde de Hiroshima ha hecho un llamamiento en defensa de
un mundo sin armas nucleares y ha pedido más ayuda para atender la vejez de los hibakusha, nombre con el que se conoce a los supervivientes.
Durante la ceremonia celebrada en el Parque del Memorial de la Paz se ha guardado un minuto de silencio a la misma hora en que la bomba impactó en la ciudad y se ha realizado una lectura de la Declaración de la Paz.
El primer ministro Yoshihiko Noda consciente de que el accidente nuclear de Fukushima está muy presente para la población nipona, ha insistido en su compromiso de reducir a medio plazo la dependencia de Japón de las centrales nucleares. También ha asegurado que el gobierno trabajará para que la memoria del bombardeo atómico en Japón se transmita dentro y fuera del país y a través de generaciones.
En el acto han participado representantes de 71 países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y Francia, todos ellos potencias atómicas en la actualidad y aliados durante la II Guerra Mundial.
A las 08:15 de la mañana del seis de agosto de 1945 el avión norteamericano Enola Gayr dejó caer una bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima, tres días después el 9 de agosto una segunda bomba fue lanzada sobre la ciudad de Nagasaki. El 15 de agosto Japón anunció su rendición.
Se calcula que unas 200.000 personas, la mayoría civiles, murieron por los efectos de las bombas. La mitad de ellos murieron durante los bombardeos y el resto por las lesiones y enfermedades provocadas por la radiación. Los efectos de las bombas han provocado elevados casos de leucemia y cáncer entre los supervivientes.