Redacción
03/07/2012
Las manifestaciones de protesta contra la contaminación han logrado frenar, al menos temporalmente, la construcción de una planta química en Shifang, en la provincia de Sichuan.
Decenas de miles de personas se han manifestado contra la construcción de una planta de aleación de cobre en la ciudad de Shifang, en el suroeste de China. Los manifestantes creen que el proyecto es altamente contaminante y elevará los casos de cáncer en la zona.
Las protestas empezaron el pasado sábado y han ido aumentando en afluencia y violencia. Al final las autoridades locales han anunciado que la construcción de la fábrica se suspende mientras la mayoría de la población se oponga, pero advierten que se investigaran los rumores e informaciones falsas.
Según la prensa de
Hong Kong, al menos 13 personas han resultado heridas en los duros enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad que han utilizado gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento. Las protestas han sido difundidas en la
prensa local.
El gobierno chino tiene que hacer frente a una cada vez más activa opinión pública que teme y a la vez sufre los efectos en la salud de un desarrollo industrial sin control.
Los habitantes de Shifang han criticado la falta de transparencia del gobierno local, que no había respondido a sus quejas de que la planta podría disparar los casos de cáncer. La ciudad ya registra una alta tasa de cáncer, y pertenece al grupo que en China se conoce bajo el nombre de “las aldeas del cáncer”, zonas donde el índice de cáncer es entre 30 o 50 veces superior a la media, debido a la polución.
Las protestas se han sucedido en los últimos tiempos y tienen una importante repercusión social a través de las redes sociales y los medios de comunicación.
Mientras que la exigencia de un régimen político democrático sigue siendo una reivindicación minoritaria en China y limitada al movimiento de disidentes, problemas como la contaminación, la corrupción y la inoperancia de la justicia empiezan a imponerse en la agenda ciudadana.
El mes pasado, los vecinos de Haimen (en la sureña provincia de Guangdong) protestaron contra la ampliación de una planta de combustión de carbón. No es el único ejemplo: el verano pasado fueron especialmente importantes las protestas en Dalian contra la contaminación en el subsuelo y el aire que provocaba una planta química.