Redacción
19/07/2012
China se compromete a conceder 20.000 millones de dólares en créditos a los países africanos en los próximos tres años para financiar proyectos de infraestructura, agricultura, industria manufacturera y desarrollo de tejido empresarial.
El presidente Hu Jintao ha expuesto ante los líderes de 50 países africanos que participan en la 5ª
Conferencia de Cooperación China-África el futuro de las relaciones estratégicas de la República Popular con el continente africano, que espera que asciendan a un nivel superior de cooperación.
China dobla el importe de la ayuda en forma de créditos que otorgó en la última cumbre celebrada en 2009, que fue de 9.000 millones de dólares. Este incremento muestra el interés de China en profundizar en la cooperación con los países africanos.
China ya se ha convertido en el principal socio comercial de África. En 2011 el volumen de comercio entre el gigante asiático y los países africanos ascendió a 166.300 millones de dólares, un 83% más que en 2009.
En los últimos tres años China ha incrementado en un 60% la ayuda directa a África y también, en el mismo porcentaje, las inversiones directas, que a finales del año pasado ascendían a 14.700 millones de dólares. Actualmente más de dos mil empresas chinas tienen inversiones en el continente
Hu Jintao también se ha comprometido a aumentar las importaciones procedentes de África, que ya se han triplicado en los últimos tres años, y a abrir el mercado interno chino a los países africanos. En su discurso ha asegurado que es necesario promover un
desarrollo equilibrado del comercio entre China y África. También se ha comprometido a prestar más atención al medio ambiente y a las relaciones culturales.
Hasta ahora China ha encontrado en África una importante fuente de materias primas para mantener el dinámico ritmo de su crecimiento económico, a la vez que un mercado para sus manufacturas baratas. También ha invertido en el desarrollo de grandes infraestructuras, de las que se saca partido.
La presencia de China en África ha sido criticada por apoyar regímenes dictatoriales y fomentar la corrupción, además de por las penosas condiciones laborales que imponen las empresas chinas.