Redacción
25/06/2012
Por primera vez desde el accidente nuclear de Fukushima, Japón ha vuelto a poner en el mercado marisco capturado en la costa de esta región.
La costa del noreste de Japón, la más afectada por tsunami del 11 de marzo de 2011 y los efectos del posterior accidente nuclear en la central de Fukushima, intenta volver a una cierta normalidad.
Las autoridades han permitido por primera vez la
venta de marisco capturado en sus costas, aunque de momento los pulpos y los caracoles son los únicos productos que se permite comercializar ya que otras especies todavía no han superado las pruebas de seguridad.
Las autoridades han iniciado un proceso de prueba para testar ante el consumidor la aceptación del producto. De momento el marisco sólo se ha vendido en los mercados de la propia provincia y a un precio entre un 30 y un 40% más bajo que antes del accidente nuclear.
La prensa ha destacado que las ventas han ido bien. Desde la administración local se ha señalado que el consumidor ha respondido de forma positiva y con sus compras ha querido mostrar su apoyo al sector pesquero.
Se han puesto a la venta 1,25 toneladas de marisco capturado el viernes pasado a unos 50 kilómetros de la costa y a 150 metros de profundidad. El marisco ha pasado una inspección que ha certificado que no tiene sustancias radioactivas y no es peligroso para el consumo.
La Federación de Cooperativas Pesqueras de Fukushima realiza un seguimiento sobre más de 160 especies para controlar los niveles de radiación y la evolución de las especies tras los vertidos al mar de agua contaminada y combustible radioactivo que se produjeron a causa del accidente.
De momento parece que sólo dos especies diferentes de pulpo y una de caracol marino son aptas para el consumo.
Las cooperativas de pescaderos esperan que si la comercialización va bien a nivel local, en breve se pueda llevar el marisco a los mercados de Tokio y otras capitales.
La industria pesquera en la costa de Fukushima prácticamente ha desaparecido tras el tsunami y el accidente nuclear. De los 10.960 millones de yenes (unos 109 millones de euros) que se facturaron en 2010 se ha pasado a unos escasos 1.630 millones de yenes (unos 16 millones de euros) en 2011.