Redacción
22/06/2012
Dos de las grandes economías emergentes, China y Brasil, han llegado a un acuerdo para realizar sus operaciones comerciales directamente en sus respectivas divisas sin pasar por el dólar como moneda de referencia. Con el acuerdo pretenden proteger sus economías de la crisis global y China refuerza así su propósito de convertir el yuan en una divisa de reserva.
China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil y con el acuerdo alcanzado los dos miembros destacados de los BRIC intentan proteger sus economías de la volatilidad del mercado financiero mundial y de los posibles problemas de escasez de crédito.
El acuerdo bilateral permitirá a los respectivos bancos centrales
crear un “swap” crediticio recíproco en divisas locales que les permitirá intercambios en su moneda respectiva por valor de 60.000 millones de reales o 190.000 millones de yuanes, es decir, por el equivalente de 30.000 millones de dólares estadounidenses.
El objetivo de China es ser menos dependiente del dólar y reforzar su moneda para que llegue a jugar un papel más global.
Con este acuerdo, la República Popular da un paso más en su política de fortalecer el papel internacional del yuan. En los últimos meses ha alcanzado acuerdos similares con Australia y Japón, además de con Hong Kong, que a pesar de formar parte de China desde 1997 tiene su propia moneda, el dólar de Hong Kong, y conserva un sistema económico y financiero independiente de la República Popular.
En los últimos cuatro años Pekín ha firmado acuerdos de este tipo con veinte economías; Brasil es la mayor de ellas.
A pesar de la abundante relación comercial entre los dos países las relaciones entre las dos potencias se están enfriando.
La opinión pública brasileña percibe como una amenaza para su industria local la invasión de productos baratos chinos, mientras que Pekín ha protestado por los intentos de subir los aranceles a las importaciones chinas, acciones que califica de medidas proteccionistas.
En la reunión mantenida durante la visita oficial a Brasil,
el presidente chino, Hu Jintao, y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, han subrayado la importancia de trabajar en el futuro para aumentar el valor añadido de las exportaciones en las dos economías.
También han aprobado un Plan Decenal de Cooperación (2012-2021) en el que se comprometen a incrementar la cooperación en las áreas de ciencia y tecnología, innovación y cooperación espacial, energía, minería, infraestructura y transportes, inversiones, industria, cultura, educación, asistencia social y finanzas.