Redacción
01/06/2012
Desde la tribuna del Foro Económico Mundial en Bangkok, la líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, ha alertado a un auditorio de líderes internacionales sobre un excesivo optimismo ante la democratización de Birmania.
Aunque la presencia de Suu Kyi en el
Foro Económico Mundial ya es todo un símbolo del cambio que se vive en Birmania (Myanmar), la líder opositora y premio Nobel de la Paz ha advertido contra lo que ha calificado de “imprudente optimismo” sobre el ritmo de las reformas en su país.
Suu Kyi ha reivindicado la educación y el imperio de la ley como prioridades básicas a conseguir en Birmania y ha declarado que el optimismo es bueno, pero no debe ser cauto ni temerario. Asegura que cierta dosis de escepticismo es buena para entender la situación y que la transformación del país en un régimen democrático será un trabajo duro.
Suu Kyi ha recordado que Birmania no tiene un sistema judicial limpio e independiente y que por ello los posibles inversores deben ser cuidadosos para evitar la corrupción. El dinero debe repercutir en el desarrollo de la población y no impedir su progreso.
La activista ha pedido a los inversores que se centren en programas de creación de empleo y formación laboral. Birmania tiene una población muy joven, al mismo tiempo que una alta tasa de desempleo entre los jóvenes que puede resultar una bomba de relojería de cara al futuro.
La visita a Tailandia para participar en el Foro Económico Mundial es el primer viaje que ha podido realizar fuera de Birmania Suu Kyi en los últimos 24 años y para el nuevo gobierno es una demostración de su compromiso con las reformas políticas.
Aung San Suu Kyi obtuvo el pasaporte el pasado mes de mayo al mismo tiempo que conseguía un escaño en el parlamento en las elecciones parciales celebradas el 1 de abril.
En el último año el gobierno civil, salido de una transición dirigida por los militares, ha mostrado su compromiso con la democratización del país con pasos como la reforma de la ley electoral para permitir la participación de Suu Kyi y su partido, la Liga Nacional por la Democracia, en la política. También ha liberado a centenares de presos políticos y ha firmado el alto el fuego con la minoría Karem y negocia con otras guerrillas de las minorías étnicas.
La UE y Estados Unidos han suspendido algunas de las sanciones que mantienen aislado internacionalmente al país para impulsar las reformas.