Redacción
15/05/2012
El aumento inesperado de la inflación en la India dificulta un cambio de política monetaria para estimular el crecimiento económico. El incremento de precios de los alimentos y el combustible son los responsables de una subida del IPC del 7,23% en abril.
La
tasa de inflación ha subido más de lo esperado y no deja mucho margen al Banco de la Reserva de la India (RBI, siglas en inglés) para aprobar una rebaja de las tasas de interés que ayude a impulsar el crédito y el crecimiento económico.
Frente al 6,89% registrado en marzo, el IPC de abril ha escalado hasta el 7,23%, muy por encima de las previsiones del gobierno que confiaba en poder seguir conteniendo el precio de los alimentos, una de sus principales preocupaciones.
La cesta de la compra ha experimentado una subida del 10,49% y algunos alimentos como las verduras se han encarecido un 60% en abril.
El control de la inflación no permitirá que el Banco de la Reserva acuerde un recorte sustancial de los tipos de interés.
El mundo empresarial reclamaba un cambio en la política monetaria, con reducciones del precio del dinero, para inyectar más liquidez al sistema y estimular el crecimiento. El PIB creció un 6,1% en el último trimestre del año, la tasa más baja de los últimos tres años.
En marzo el RBI recortó por primera vez en tres años los tipos de interés y los bajó del 8,5 al 8. La decisión era todo un cambio de tendencia y una respuesta a la desaceleración del crecimiento provocado por la crisis financiera mundial y la caída de las exportaciones.
El Banco de la Reserva había subido los tipos de interés en 13 ocasiones, desde marzo de 2010, para controlar la inflación que se mantuvo por encima del 9% gran parte del 2011.
La producción industrial también ha sufrido una caída por primera vez en cinco meses.