Redacción
23/05/2012
El Banco Mundial ha presentado desde Tokio el informe "
Captando nuevas fuentes de crecimiento” sobre la evolución de las economías del Asia-Pacífico, excluyendo Japón.
Aunque la fortaleza económica de la región sigue siendo envidiable --el informe destaca que el PIB de la zona creció un 2% por encima de la media de los países desarrollados--, también advierte que la prolongación de la crisis financiera mundial provoca la caída de las exportaciones y la desaceleración del crecimiento.
La Unión Europea y Estados Unidos representan el 40% de las exportaciones de la región y los bancos europeos proporcionan un tercio de la financiación del comercio y la inversión en Asia.
Para mantener el crecimiento económico de la zona, el Banco Mundial recomienda buscar alternativas a las exportaciones. El economista del Banco Mundial Bryce Quillin asegura, en su comunicado, que algunos países deberán estimular el consumo interno y otros aumentar la inversión estatal en infraestructuras para sostener el crecimiento y, añade, "con un sector financiero que se transformará a raíz de la crisis financiera, se necesitará desarrollar nuevas formas de financiar los altos niveles de inversión en infraestructuras. Los gobiernos deberían centrarse en acelerar la preparación de proyectos de infraestructuras."
A medio plazo se necesitará inversión para mejorar la productividad y desarrollar actividades de mayor valor añadido e innovación. También se recomienda mejorar y facilitar el flujo de inmigrantes entre los países de la región.
En 2011 la economía de los países del Asia Oriental y Pacífico creció un 8,2% respecto al año anterior (un 4,3% si se excluye el peso de la economía china). El dato constata la desaceleración comparado con el crecimiento del PIB de 2010, que alcanzó el 10% (el 7% sin contar China).
La caída de la demanda de las exportaciones y los efectos de desastres naturales como el terremoto y posterior tsunami en Japón, que interrumpió la cadena de suministros de numerosas empresas, o las graves inundaciones en Tailandia son los responsables.
Se espera que en 2012 la economía de la zona crezca un 7,6% en su conjunto o un 5,2%, si no contamos con el gigante chino.
El informe del Banco Mundial constata que el número de personas que vive por debajo del umbral de la pobreza –con menos de dos dólares al día-- se ha reducido a la mitad en la última década y se espera que durante este año se sumen otros 24 millones.
A pesar de todo, un tercio de la población del Asia-Pacífico, unos 500 millones, sigue siendo pobre. Es por ello que el Banco Mundial insiste en la necesidad de buscar nuevas fuentes de crecimiento que permitan ofrecer oportunidades para todos.
La institución engloba dentro del estudio las economías de China, Mongolia, Filipinas, Camboya, Fiji, Indonesia, Laos, Malasia, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tailandia, Timor Oriental, Vietnam, y a pequeñas islas del Pacífico como Vanuatu, Samoa, Tonga, Kiribati y Tuvalu.