Redacción
14/05/2012
La reunión trilateral entre China, Japón y Corea del Sur, que se ha celebrado en Pekín, se ha cerrado con la firma de un acuerdo de inversión y el anuncio de que se iniciarán las negociaciones para firmar un Tratado de Libre Comercio.
A pesar de que las tres potencias comerciales de Asia tienen importantes contenciosos, especialmente por la soberanía en las aguas del Mar de China Oriental y visiones diferentes a la hora de actuar frente a la amenaza nuclear de Corea del Norte, se han puesto de acuerdo para impulsar los acuerdos económicos.
China, Japón y Corea del Sur -la segunda, tercera y quinta economía mundial respectivamente- suman el 19,6% del PIB mundial y el 18,5% de las exportaciones mundiales, según los datos de 2010.
La
negociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) será larga, ya que se deben limar muchas diferencias comerciales, pero representará un estímulo para sus economías y las del Asia Pacífico.
De momento, en esta cumbre los tres países ya han dado el primer paso al firmar un tratado de inversión a tres bandas, que allana el camino.
Según la agencia de noticias oficial china,
Xinhua, el Tratado de Libre Comercio haría crecer un 2,9% el PIB de China, un 0,5% el de Japón y un 3,1% el de Corea del Sur.
En la
declaración conjunta al final de la cumbre el primer ministro chino, Wen Jiabao, ha destacado que el acuerdo de Libre Comercio dará más vitalidad y estabilidad a la región e impulsará su integración económica.
El tratado estimulará el comercio en una época en que el aumento del proteccionismo y de la recesión de la economía mundial lastra el crecimiento de Asia.
A nivel geoestratégico, para China representa una forma de controlar la influencia de Estados Unidos en la región. La administración Obama se ha volcado en desarrollar la cooperación con los países del Pacífico e impulsa una Asociación Transpacífica (Trans-Pacific Partnership, TTP) en la que participa Japón.