Redacción
29/05/2012
El gobierno chino busca impulsar la inversión privada en su sector bancario para estimular la economía y mejorar la eficiencia del sistema financiero. Los bancos se suman a otros sectores controlados por el Estado, como las telecomunicaciones y la energía, que China abre a la inversión privada.
La Comisión Reguladora de la Banca China (CBRC, siglas en inglés) ha publicado un comunicado en que anima a los bancos a
atraer más inversión privada para aumentar la eficiencia y la transparencia del sector. Para conseguirlo otorgará a los inversores privados los mismos derechos que hasta ahora sólo tenían los inversores estatales.
Los inversores privados podrán comprar participaciones en los bancos chinos a través de compras de acciones, suscripción de nuevos títulos, transferencia de capital, fusiones y adquisiciones.
El órgano regulador se compromete a mantener su supervisión sobre el sector para garantizar el control de las operaciones y el desarrollo estable de las instituciones.
La CBRC también pide a los bancos que faciliten el crédito a los inversionistas privados y ofrezcan servicios financieros innovadores para apoyar a las empresas y estimular la economía.
Según la CBRC, a finales de 2011 el capital privado controlaba el 42% del capital de los bancos que cotizan en bolsa y el 54% de los bancos comerciales municipales.
El pasado mes de abril el primer ministro chino, Wen Jiabao, ya anunció que era necesario romper el monopolio de los bancos estatales y reformar el sector. El anuncio se ha concretado en un comunicado emitido el sábado 26 de mayo por la CBRC que anuncia los cambios.
Desde marzo, China ha establecido en Wenzhou una zona especial donde desarrollar una reforma financiera y apoyar el desarrollo del crédito privado y nuevas entidades financieras. El sistema recuerda a la fórmula de la “Zona Económicas Especial” creadas por Deng Xiaping en Shenzhen en 1980 para iniciar la reforma económica.
Pekín y Tokio inician el intercambio directo de divisas en sus transacciones comerciales
A partir del uno de junio China y Japón, la segunda y la tercera economía del mundo, realizarán sus transacciones comerciales
sin recurrir al dólar americano como divisa de referencia. Las operaciones se efectuaran directamente en la moneda de los dos países, el yuan o el yen.
Desde Tokio, el ministro de Finanzas japonés, Jun Azumi, ha anunciado la medida y por su parte el Banco de China ha aprobado oficialmente las operaciones en yenes.
De esta forma las autoridades chinas equiparan el yen al dólar y se convierte en la segunda moneda que puede cotizar directamente con el yuan.
La decisión de los dos países de no recurrir al tipo de cambio cruzado con el dólar como valor de referencia impulsará el comercio bilateral entre las dos potencias asiáticas.
La medida reducirá la exposición de las empresas chinas y japonesas a los riegos asociados a las fluctuaciones del tipo de cambio del dólar y reducirá los costes de las transacciones.