Redacción
10/04/2012
Respecto al mismo mes del año pasado, las exportaciones chinas crecieron un 8,9% frente a un incremento de las importaciones del 5,3%, hecho que ha invertido de nuevo la situación y ha borrado el déficit de febrero, cifrado en 31.500 millones de dólares.
El aumento de las ventas al exterior de este mes de marzo por ser significativo no implica una verdadera recuperación de la demanda. De hecho, el 8,9% no llega ni a la mitad del registrado en 2011, cuando en marzo el crecimiento de las exportaciones se situó en el 20,3%.
La demanda europea ha decrecido un 1,8% en el primer trimestre de este 2012 en comparación con el mismo período del año pasado. No así en el caso de las ventas a Estados Unidos, que han crecido un 12,8% en estos primeros tres meses.
Según recoge
Financial Times, el dato de este superávit comercial podría ser interpretado como una buena noticia, debido a la importancia crucial que tiene el sector exterior para el buen comportamiento del conjunto de la economía china.
Pero añade, sin embargo, que el retroceso de las importaciones esconde una futura ralentización de las exportaciones, dedo que un alto porcentaje de las compras chinas son materias primas que son procesadas en la “fábrica del mundo” para ser reexportadas posteriormente.
En cualquier caso, los datos parecen confirmar que el gobierno chino está lejos de haber conseguido modificar el fuerte peso de las exportaciones como motor de la economía en beneficio del mercado doméstico.
Pekín intenta reducir su dependencia de las ventas al exterior precisamente para no padecer tan directamente los vaivenes de la demanda internacional, ralentizada por la crisis en la Unión Europea, Japón y, hoy en menor medida, Estados Unidos.