Redacción
28/03/2012
Los nuevos exámenes realizados en la central de Fukushima han detectado altos niveles de radiación en el reactor número dos. Tepco reconoce que el daño provocado por el tsunami del 11 de marzo de 2011 es mayor del previsto, pero que la planta se mantiene en parada fría.
La empresa operadora de la central nuclear de Fukushima, Tepco, ha detectado niveles de
radiación que alcanzan los 72.900 milisieverts por hora, la cifra más alta registrada hasta el momento y que representa diez veces la dosis que sería letal.
Además el nivel del agua de refrigeración en la vasija de contención del reactor número dos es mucho menor de lo esperado, sólo de 60 centímetros cuando debería alcanzar los tres metros que se calculaba en un inicio.
Tepco ha conseguido introducir una sonda para explorar el interior del reactor y ha confirmado que los daños son superiores a lo previsto. Los altos índices de radiación que se registran parecen confirmar que el combustible nuclear se ha fundido, se ha concentrado en el fondo de las vasijas y ha podido destruirlas.
Aunque la empresa confirma que la central de Fukushima Daiichi permanece en parada fría desde el pasado diciembre, los datos de la exploración complican los trabajos de desmantelamiento de la planta ya que primero habrá que reconstruir las vasijas para poder extraer con seguridad el combustible nuclear y será necesario desarrollar un equipo especial para poder soportar las duras condiciones de radiación.
El reactor número dos es del único del que se tiene información y falta por conocer el estado real de los otros cuatro. En todo caso el desmantelamiento de la planta llevará décadas.
El lunes Japón anunció el cierre de una nueva planta nuclear. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por tranquilizar a la población con medidas más estrictas de seguridad, las comunidades que viven cerca de las centrales han rechazado su reapertura.
Trece meses después del accidente nuclear solo queda uno de los 54 reactores que hay en Japón en funcionamiento.
La producción de energía se ha convertido en uno de los principales problemas para superar la crisis, es incluso más importante que la reconstrucción, ya que un tercio de la electricidad que se consumía era producida por la energía nuclear.