Redacción
12/03/2012
Las tropas norteamericanas en Afganistán permanecen en alerta ante las posibles represalias que se produzcan por la matanza de 16 civiles a manos de un soldado estadounidense en Kandahar.
El presidente Baraka Obama se ha apresurado a presentar sus
condolencias al presidente afgano, Hamid Karzai, que por su parte se ha mostrado indignado y ha asegurado que no olvidarán la masacre.
El Pentágono investiga los hechos y de momento ha confirmado que un soldado norteamericano, al que no ha identificado, abandonó en la noche del sábado su base en el distrito de Panjwayi y se dirigió a una localidad cercana donde entró en tres casas y mató al menos a dieciséis personas, nueve de ellas niños.
El soldado regresó voluntariamente a su base donde se entregó. Los responsables de las fuerzas de la OTAN en Afganistán afirman que el soldado actuó sólo y se desconocen los motivos que desencadenaron la masacre. Algunas fuentes aseguran que el militar iba borracho, mientras que otras hablan de una acción planificada.
En todo caso la ISAF (Fuerza Internacional de Seguridad de Afganistán, siglas en inglés) ha insistido en que el grave incidente no forma parte de ninguna acción militar autorizada.
La matanza tensa de nuevo las relaciones entre Afganistán y Estados Unidos a la vez que incita una vez más el sentimiento de los afganos contra las tropas internacionales.
Este incidente se produce semanas después que saltaran las protestas al descubrirse que algunos libros del Corán y material religioso incautados a prisioneros había sido incinerados y llevados a vertederos en la base de la OTAN de Kabul.
En esa ocasión Estados Unidos también tuvo que pedir disculpas por no tratar adecuadamente el material religioso y el incidente provocó una oleada de protestas que se saldó con una treintena de muertos, seis de ellos soldados norteamericanos, y centenares de heridos.
Y todavía está reciente el vídeo que en enero se dio a conocer a través de Yotube en que cuatro soldados norteamericanos orinaban sobre los cadáveres de tres afganos.