Redacción
08/02/2012
Según los datos presentados por la propia compañía en nueve meses de 2011 hasta 31 de diciembre, Toyota obtuvo unos beneficios un 10,2% inferiores al mismo período de 2010.
En el último trimestre, el retroceso fue del 13,5%.
Además de las consecuencias de catástrofes naturales como el tsunami, con el accidente nuclear que provocó, y las inundaciones en Tailandia, donde Toyota ha deslocalizado parte de sus plantas, la reducción del beneficio se debe también a una pertinaz tendencia del yen al alza.
Este es probablemente el factor que más ha perjudicado al conjunto de las exportaciones japonesas.
Con todo, y pese al previsible mantenimiento de un yen en niveles altos respecto a las otras grandes divisas, en el gigante nipón impera el optimismo de cara al futuro inmediato.
Toyota ha revisado al alza la previsión de ventas en número de unidades a 31 de marzo de este año, es decir en el año fiscal en curso.
Si en diciembre preveía unas ventas de 7,38 millones de unidades, hoy calcula que va a alcanzar los 7,41 millones.
Antes de la crisis, Toyota había alcanzado la primera posición mundial hasta que denuncias en Estados Unidos por problemas técnicos en sus vehículos forzaron una caída de ventas.