Redacción
13/02/2012
El PIB de Japón sigue cayendo arrastrado por los efectos del tsunami, las inundaciones en Tailandia, que han afectado a la producción de las empresas niponas, y la fortaleza del yen. En el cuarto trimestre de 2011 la economía se ha contraído un 2,3%, casi un punto más de lo previsto por el gobierno.
La economía nipona sigue alejada del crecimiento y acumula su tercer trimestre consecutivo de contracción. Los datos publicados por el gobierno muestran que durante los últimos tres meses de 2011 el
PIB se ha reducido un 2,3% anualizado y un 0,6% respecto al trimestre anterior.
Lo más preocupante para el gobierno japonés es que la economía se está desacelerando más rápido de lo esperado. Las exportaciones se han reducido un 3,1% frente a la recuperación de un 1,7% registrada en el tercer trimestre del año cuando los grandes fabricantes habían conseguido restablecer sus cadenas de producción tras los efectos del tsunami y los recortes de energía que provocó.
La desaceleración económica mundial afecta directamente a la recuperación de Japón, una economía dependiente de las exportaciones. A la caída de la demanda europea, provocada por la crisis de la deuda, y de Estados Unidos, con una alta tasa de desempleo y sin signos claros de crecimiento, se le suma una desaceleración de los países asiáticos como China y la India.
La fortaleza del yen sigue sin ayudar a las exportaciones ya que lastra su competitividad. Las intervenciones en el mercado de valores han conseguido un leve descenso después de marcar un récord histórico en octubre desde el final de la II Guerra Mundial. El yen se ha apreciado un 7% frente al dólar desde abril de 2011.
Además del desastre del tsunami registrado el pasado 11 de marzo, las empresas japonesas han sufrido los efectos de otro desastre natural: las inundaciones en Tailandia, las más graves de los últimos 40 años. Las multinacionales niponas, especialmente del sector de la electrónica, tienen numerosas plantas de producción en este país asiático y se han visto muy afectadas.
Sin embargo se espera que durante el primer semestre de 2012 los trabajos de reconstrucción de la región afectada por el tsunami, en el noroeste de Japón, estimulen la economía y hagan aumentar la producción.