Redacción
22/02/2012
El ministro de Exteriores australiano, Kevin Rudd, ha presentado su dimisión alegando pérdida de confianza de la primera ministra, Julia Gillard, y visualizando una nueva crisis de liderazgo en el seno del Partido Laborista.
Kevin Rudd ha anunciado su dimisión en una conferencia de prensa televisada desde Washington, donde llegó para entrevistarse con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, tras participar en la reunión ministerial del G-20 en México. Rudd no volverá a Australia hasta el jueves.
El ya exministro de Exteriores ha asegurado que deja el cargo porque no puede ejercer sus funciones después de haber perdido la confianza de la primera ministra y de no sentirse respaldo por ella y por su gabinete ante los ataques de algunos sectores del partido.
Ha negado cualquier “teoría conspirativa” para hacerse con el control del partido y ha asegurado que “nunca participaría en una ataque encubierto a un primer ministro en activo que ha sido elegido en las urnas", lo que se puede entender como una clara alusión al comportamiento de Julia Gillard en el pasado.
La dimisión de Rudd pone de manifiesto la
lucha por el liderazgo entre facciones en el seno del Partido Laborista. En las últimas semanas habían aumentado las especulaciones sobre si los partidarios de Rudd provocarían una nueva crisis desafiando la continuidad en el cargo de Gillard.
Kevin Rudd fue primer ministro de Australia entre 2007 y 2010; tuvo que dimitir ante la pérdida de popularidad presionado por el propio partido y por Gillard, que lo sustituyó en julio de 2010.
En las últimas elecciones de agosto de 2010, Julia Gillard no obtuvo mayoría absoluta y consiguió formar un gobierno de coalición con partidos minoritarios.
Las últimas encuestas reflejan una caída de popularidad de la primera ministra, mientras que el líder del Partido Conservador, Tony Abbott, gana algún punto. Las próximas elecciones se celebran en 2013.