Redacción
21/02/2012
El oficial estadounidense al mando de las fuerzas de la OTAN en Afganistán ha pedido disculpas por la destrucción de ejemplares del Corán, mientras más de 2.000 afganos se han manifestado ante la base militar de Bagram en protesta por la supuesta profanación.
El general John R. Allen ha ordenado una investigación para aclarar responsabilidades y
ha pedido disculpas asegurando que la supuesta quema de libros sagrados no fue nada intencionado.
Helicópteros de la OTAN han intentado dispersar a la multitud que se ha congregado a las puertas de la prisión de Bagram, a unos 60 kilómetros de Kabúl. Los manifestantes protestaban por lo que consideran una profanación de su texto sagrado.
Parece ser que se han extendido los rumores que se habían encontrado restos de libros del Corán calcinados y que había un contenedor de libros en la basura que los soldados trasladan a un vertedero para ser incinerada. Los rumores aseguran que trabajadores afganos han evitado que se quemaran.
En unas declaraciones oficiales, que han sido retransmitidas por la televisión afgana, el general Allen ha asegurado que se está investigando el incidente para depurar responsabilidades y ha ofrecido disculpas al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, al gobierno afgano y al pueblo.
El material que iba a ser destruido son ejemplares del Corán y otros textos religiosos que provenían del centro de detención de Parwan. Portavoces de las fuerzas de la OTAN aseguran que el material será custodiado en condiciones y se invitará a representantes afganos a unirse a la investigación.
Estados Unidos y las fuerzas de la OTAN temen las repercusiones de estos incidentes. En otras ocasiones las informaciones sobre profanaciones de libros sagrados ha provocado graves disturbios y atentados contra las fuerzas del ISAF desplegadas en Afganistán.