Redacción
28/12/2011
La fortaleza del yen, la caída de la demanda en la eurozona y los efectos de las inundaciones en Tailandia hacen caer la producción industrial en Japón un 2,6% en el mes de noviembre, respecto al mes anterior.
Aunque las autoridades económicas confían en que la producción industrial rebrote en los próximos meses, la economía japonesa sigue dando muestras de estancamiento ya que tiene que hacer frente a sus problemas internos y a los efectos de la crisis financiera internacional.
Los datos de la
producción industrial no hacen más que confirmar las previsiones avanzadas hace unos días en que se anunciaba que se esperaba que la economía nipona se contraiga un 0,1% frente a la previsión inicial de crecimiento de un 0,5%.
La producción industrial en noviembre ha registrado una caída mayor de la prevista: se ha reducido un 2,6% respecto al mes de octubre y un 4% respecto al mismo periodo del año anterior.
En estas cifras han sido clave las inundaciones en Tailandia, las peores en los últimos 70 años. Han afectado a la cadena de suministros de las empresas niponas, que fabrican partes críticas de sus productos en este país asiático, como es el caso del sector del automóvil o la informática.
A este problema hay que sumar los efectos del tsunami del pasado 11 de marzo y las repercusiones de la crisis en la eurozona junto con la ralentización de la economía norteamericana, circunstancias que provocan también una caída de la demanda de productos japoneses.
Las exportaciones niponas se ven lastradas por la continua revalorización del yen, utilizado como moneda refugio por los inversores ante los problemas del euro y del dólar. El valor del yen ha aumentado un 7% frente al dólar y un 10% frente al euro.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) ha registrado su segundo mes consecutivo de bajada en noviembre y confirma la tendencia a la deflación. La tasa interanual retrocede un 0,2%. La tasa de desempleo se ha mantenido estable en el 4,5%, un nivel relativamente bajo en comparación a los problemas que sufren otras economías desarrolladas.
El último informe Tankan, estudio que elabora trimestralmente el Banco de Japón, reflejaba una fuerte caída de la confianza de los grandes fabricantes de manufacturas, que no esperan unas mejores perspectivas para 2012.
El gobierno, aunque ha revisado a la baja sus previsiones, confía en que la economía crezca un 2,2% durante el año fiscal 2012, que se inicia en abril.