Redacción
27/12/2011
Cuando tan sólo han transcurrido diez días de la desaparición física de Kim Jong Il, y ante su cuerpo presente expuesto en Pyongyang, la figura del joven heredero de esta única dinastía comunista crece día a día ante el pueblo norcoreano y la comunidad internacional.
Kim Jong Un departió escasamente diez minutos con Lee Hee-ho, la viuda de Kim Dae-jung, el presidente surcoreano que visitó Pyongyang en el año 2000 en el momento álgido de su política de conciliación con el Norte.
Pero al fin y al cabo, aunque considerado un viaje a título privado por Seúl, la delegación que acompaña a Lee Hee-ho va a ser en la práctica la de mayor nivel procedente del sur de la línea del armisticio.
Lee Hee-ho, como primera dama, acompañó en el año 2000 a Kim Dae-jung y ha explicado estos días que recibió el pésame de Kim Jong Il al morir su marido en 2009. Afirma que se sentía obligada a presentar su pésame en Pyongyang.
Le acompañaba Hyun Jeong-eun, la presidenta del grupo industrial Hyundai, el que ha liderado con mayor determinación el impulso de las inversiones surcoreanas en el área fronteriza de Kaesong, a pesar de los incontables altibajos.
El hecho de que Kim Jong Un aceptara aparecer junto a estas dos embajadoras oficiosas del Sur, aunque pudiera no haber mensaje alguno de Seúl, demuestra su paulatina consolidación como sucesor de su padre y su abuelo.
Además, el sábado día 24 de diciembre, los medios oficiales se referían por primera vez a Kim Jong Un como “líder supremo” del 1.200.000 soldados del ejército norcoreano, cuyos mandos le han jurado lealtad.
Este lunes, el diario oficial del régimen, Rodong Sinmun, le identificaba como máxima autoridad del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, hecho que certificaría definitivamente su control de los órganos de la formación comunista.
Estos dos nuevos reconocimientos probarían que, a pesar de su juventud e inexperiencia, Kim Jong Un, en tanto que “heredero”, aglutina a su alrededor a los hombres fuertes del régimen, los mismos que apuntalaban a su padre, una cúpula dirigente comunista que parece dispuesta a mantenerse en el poder.