Redacción
16/12/2011
Ocho meses después del segundo accidente nuclear más importante de la historia, Japón ha confirmado que los tres reactores de la central de Fukushima Daiichi dañados por el tsunami se encuentran en parada fría.
La estabilización de los reactores es el segundo de paso, tras la crisis inicial. Ahora queda llevar a cabo las tareas de limpieza y desmantelamiento de la planta. Se desconoce todavía si el proceso de limpieza y descontaminación durará meses o años y si algún día la población que vivía en un perímetro de 20 kilómetros de la planta podrá volver a sus casas. Se calcula que hay unos 80.000 evacuados.
Una vez descontaminado el suelo, la desmantelación de los seis reactores nucleares que tiene la planta nuclear llevará décadas, e incluso se ha hablado de un mínimo de cuarenta años.
La agencia de noticias japonesa
Kyodo ha anunciado la declaración del primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, en la que oficialmente ha confirmado la estabilidad de la planta nuclear. La “parada fría” significa que los reactores están estables y la temperatura del combustible del interior se mantiene por debajo de los cien grados centígrados, sin riesgo, teóricamente, de nuevas emisiones de radioactividad.
El pasado once de marzo un fuerte terremoto provocó un gran tsunami en la costa noroeste de Japón que dañó gravemente la central nuclear de Fukushima. Los sistemas de refrigeración quedaron paralizados y se produjo fusión nuclear y emisiones de gases radiactivos. El accidente es el segundo más grave de la historia de la energía nuclear, tras el de Chernobil.
Para enfriar la planta nuclear se ha utilizado agua del mar que se almacenó en grandes piscinas en la central, pero se han producido filtraciones y también se ha vertido agua contaminada al mar.