Redacción
09/12/2011
La inflación china cae al 4,2%, la cifra más baja de los últimos trece meses, y da un respiro al gobierno chino que intenta frenar la continúa subida de los precios. El ajuste monetario aplicado en el primer semestre del año y la contracción de la demanda externa e interna son los responsables de la moderación.
Según los datos facilitados por la Oficina Nacional de Estadísticas, el IPC (Índice de Precios al Consumo), el principal indicador para medir la inflación, ha aumentado un
4,2% en noviembre respecto al mismo periodo del año anterior y aunque la tasa es alta, comparada con la cifra de octubre que ascendía al 5,5%, demuestra que la moderación del IPC se hace más rápido de lo esperado.
En el mes de julio la inflación china escaló hasta el 6,5%, la cifra más alta de los últimos tres años.
El precio de los alimentos, que representa un tercio de la cesta de la compra de los consumidores chinos, ha aumentado un 8,8% interanual, mientras que el precio de los productos no alimentarios ha subido un 2,2%. Los servicios se han encarecido un 2,4% y el precio de los bienes de consumo un 5,3%.
El Índice de Precios al Productor ha registrado una desaceleración más aguda al registrar en noviembre una subida interanual de sólo un 2,7% frente al 5% de octubre.
El gobierno chino había previsto cerrar el año con una inflación del 4%. La mayoría de los analistas creen que se superará esta cifra, pero los datos de noviembre demuestran que se está controlando los precios y puede que al final no se alejen mucho del objetivo inicial.
La contracción de las exportaciones se deja notar en la economía china debido a la crisis en la eurozona y Estados Unidos, sus dos principales socios comerciales. La producción industrial, en los millones de fábricas chinas, se ha reducido del 13,2% registrado en octubre al actual 12,4%. Ha sido la primera caída en tres años.