Redacción
06/12/2011
Se trata de la segunda rebaja en tan sólo dos meses de los tipos de interés australianos, que se sitúan ahora en el 4,25%.
La reducción anunciada en noviembre, que también fue de 25 décimas, era la primera desde el mes de abril de 2009.
Los temores de un futuro inmediato incierto parecen pues cobrar peso entre las autoridades monetarias australianas.
Las turbulencias en el sector financiero europeo, en particular la crisis de la deuda en la Zona Euro, han decidido al Banco de la Reserva Australiano a seguir moderando el precio del dinero como fórmula para abaratar el crédito y generar inversión.
Los analistas creen que los recortes en los tipos de interés van a continuar, tan pronto como se vuelva a reunir el consejo del banco central australiano en febrero.
El banco central australiano también detecta un claro riesgo de ralentización del crecimiento en Asia, el mercado que en los últimos tiempos está tirando de la economía de la isla continente.
A simple vista se detecta que la apatía de la demanda norteamericana y la crisis de la deuda en Europa están comprometiendo el ritmo de crecimiento de economías como la china.
De ahí que la demanda china de materias primas en Australia también se resienta.
Efectivamente, el informe del
Banco Asiático de Desarrollo (BAD) hecho público este martes 6 de diciembre revisa a la baja las previsiones de crecimiento para el Asia emergente.
Si en septiembre la previsión de crecimiento para 2012 formulada por el BAD para el conjunto de economías de Asia, excepto Japón, era del 7,5%, en este último documento la institución la rebaja al 7,2% del PIB.
Y cita evidentemente la crisis de la deuda en la Unión Europea y la apatía en la economía de Estados Unidos como las causas directas de la revisión a la baja.
Es más, si Europa y Estados Unidos se contrajeran como lo hicieron en 2009, el Asia emergente sufriría una fuerte caída en su crecimiento, que rondaría el 5,4%.
Por el momento, el crecimiento para este 2011 se mantiene, sin embargo, en el 7,75%.