Redacción
31/10/2011
Japón ha intervenido en el mercado de divisas devaluando su moneda hasta un 5%, horas después de reafirmar su compromiso de seguir comprando bonos del fondo de rescate europeo.
El gobierno japonés ha intervenido de forma unilateral para
frenar la subida del yen, pocas horas después de romper un nuevo récord histórico al cotizar al nivel más alto frente al dólar desde la II Guerra Mundial.
La decisión era esperada ante la escalada de la moneda que afecta gravemente a las exportaciones niponas y les resta competitividad. Es la segunda ocasión en los últimos tres meses que las autoridades niponas intervienen para frenar la revalorización del yen.
El ministro de finanzas, Jun Azumi, ha justificado la decisión asegurando que la fortaleza del yen no reflejaba la situación económica del país y es consecuencia de la inestabilidad de los mercados y la especulación con los tipos de cambio. Ante la crisis del euro y la ralentización de la economía norteamericana muchos inversores han optado por invertir en yenes, como valor refugio, y han impulsado al alza su valor de cambio.
El viernes pasado el Banco de Japón anunció nuevas medidas para estimular la economía con una inyección extra de liquidez en el mercado, valorada en cinco billones de yenes, a través de la compra de bonos del estado y manteniendo estables los tipos de interés que rozan el cero por ciento.
La devaluación del yen se ha conocido horas después de que Klaus Regling, presidente del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), confirmara el compromiso de Japón de seguir adquiriendo bonos europeos como hizo hace diez meses. Japón ya posee el 20% de los bonos emitidos para los rescates de Irlanda y Portugal.
Aunque no se ha especificado la cuantía de la inversión japonesa, todo parece indicar que Regling ha obtenido un compromiso más firme que en China.
Pekín, primera etapa del presidente del FEEF, está dispuesto a comprar bonos pero exigirá garantías y con toda probabilidad alguna contrapartida política. En ocasiones anteriores ya ha expresado su deseo que se le conceda el estatus de economía de mercado.