Redacción
07/09/2011
La candidatura “héroes de Fukushima” incluye al grupo de personas que trabajaron directamente en los trabajos para intentar estabilizar la central nuclear de Fukushima después del tsunami que asoló el noreste de Japón y a pesar de los altos niveles de radiación.
El fallo del jurado se ha dado a conocer hoy en Oviedo. En su comunicado destacan que “su valeroso y ejemplar comportamiento los ha hecho merecedores del calificativo internacional de héroes de Fukushima”.
Tres colectivos trabajaron en la central: empleados de la Tokyo Electric Power Company (TEPCO), operadora de la central. De sus 130 operarios, 50 se presentaron voluntarios, así como algunos trabajadores ya jubilados o próximos a la jubilación y, tras aumentar las rotaciones y las necesidades de personal, se contrató personal adicional (a 3 de mayo, ya habían intervenido en Fukushima 1.312 operarios). Un segundo grupo lo formaban bomberos, procedentes de varias prefecturas, especialmente de Tokio, que participaron en las labores de enfriamiento de los reactores, labor fundamental para restablecer el control sobre la central. El tercero fueron las Fuerzas Armadas de Japón, cuyo trabajo de enfriamiento lanzando agua desde helicópteros, de inspección desde el aire de los daños, de acordonamiento de la zona de exclusión y de evacuación de la población en los momentos en que los reactores emitían dosis muy altas de radiación, fue muy importante.
La
Fundación Príncipe de Asturias destaca que “A pesar de la gran incertidumbre sobre el desarrollo de la emergencia nuclear, trabajaron durante semanas en Fukushima en condiciones extremas” y destaca que “Por ello, muchos trabajadores desarrollaron patologías crónicas como arritmia e hiperventilación. A pesar de estas graves consecuencias, continuaron participando en las labores para recobrar el control de la central nuclear, conscientes de lo imprescindible de su trabajo para evitar una catástrofe de magnitudes mayores”.
El jurado también ha subrayado en su comunicado que el comportamiento de los “héroes de Fukushima” encarna los valores más arraigados en la sociedad japonesa, como son el sentido del deber, el sacrificio personal y familiar en aras del bien común, la dignidad ante la adversidad, la humildad, la generosidad y la valentía.
El 11 de marzo un terremoto seguido de un gran tsunami provocó la muerte de cerca de 30.000 personas y 350.000 desplazados. La central nuclear de Fukushima sufrió graves daños que provocaron explosiones de hidrógeno y la fusión del combustible nuclear. Es el accidente nuclear más grave desde Chernóbil. . La Agencia Internacional de la Energía Atómica y el Gobierno japonés situaron los niveles de alerta iniciales entre el 5 y el 6, en una escala de 7, y finalmente en el 7.
La candidatura había sido presentado por Josep Piqué i Camps, presidente de la Fundación Consejo España Japón (Madrid). Apoyada, entre otros, por Miguel Ángel Navarro, embajador de España en Japón; Fernando Salazar, vicepresidente del Instituto Español de Comercio Exterior; Juan José Herrera, director general de Casa Asia; Daniel Hernández, rector de la Universidad de Salamanca, y Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid.
Los Premios Príncipe de Asturias se otorgan desde 1981 y están destinados a premiar “la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”, según recoge los estatutos de la fundación.
En esta edición concurrían un total de 44 candidaturas procedentes de Argelia, Argentina, Costa Rica, Cuba, Chile, Egipto, Estados Unidos, Francia, India, Israel, Italia, Japón, México, Noruega, Palestina, Perú, Ruanda, Túnez, Zimbabue y España.
El premio está dotado con cincuenta mil euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos. El premio se entregará en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.