Redacción
13/09/2011
El primer ministro japonés, Yoshihiko Nora, presenta en el parlamento su hoja de ruta para reactivar la economía. Acelerar la reconstrucción de las zonas afectada por el tsunami, impulso de la economía y un nuevo diseño de la política energética son sus propuestas
Yoshihiko Noda se ha dirigido al parlamento nipón para exponer su
proyecto político por primera vez desde que asumió el cargo el pasado 2 de septiembre.
Ha asegurado que prevé acelerar los trabajos para resolver la emergencia nuclear producida tras el accidente en Fukushima y los trabajos de reconstrucción.
Se ha comprometido a presentar ante el parlamento un nuevo diseño de la política energética de aquí al verano. Noda ha asegurado que de cara al futuro se debe dejar atrás la energía nuclear y reducir la dependencia del suministro eléctrico de la energía atómica.
El nuevo primer ministro también se ha comprometido a reactivar la economía, muy afectada por los efectos del terremoto y posterior maremoto. Noda ha confirmado que contempla recortar el gasto público, vender bienes del estado y no descarta subir temporalmente impuestos al consumo.
Ha advertido que el gran déficit púbico, el mayor de las economías desarrolladas, no puede lastrar el desarrollo de las generaciones futuras y se han de adoptar medidas drásticas.
A finales de año presentará una nueva estrategia de recuperación nacional y para elaborarla e implementarla contará con un panel de expertos. Yoshihiro Noda ha informado que contempla presentar una reforma fiscal y de la seguridad social para el próximo año.
Para conseguir sus propósitos, Noda ha pedido la colaboración de todos los grupos políticos. Ha recordado que Japón vive un momento de emergencia nacional.
A la crisis provocada por el desastre natural del pasado 11 de marzo y del posterior accidente nuclear hay que añadir la difícil coyuntura internacional con una grave crisis financiera y de deuda.
Japón ha tenido que apuntalar su economía con acciones para controlar el valor de su moneda, ya que la continúa revalorización del yen lastra las exportaciones, e inyecciones de liquidez en el mercado para mantener la estabilidad.