Redacción
21/09/2011
La fortaleza del yen y la desaceleración de la economía mundial lastran las exportaciones japonesas que crecen menos de lo esperado.
Aunque las exportaciones japonesas han aumentado en agosto por primera vez tras el tsunami del pasado 11 de marzo, el crecimiento ha sido sólo de un 2,8%, una cifra muy por debajo del 8% que se había previsto.
A pesar que las empresas van recuperando su ritmo de producción tras el desastre provocado por el tsunami y el accidente nuclear de Fukushima, las ventas al exterior no aumentan al nivel que se esperaba para volver a la normalidad e impulsar el crecimiento económico.
La economía japonesa es muy dependiente de las exportaciones, pero la desaceleración económica en Estados Unidos y la Unión Europea han reducido la demanda de automóviles y productos electrónicos.
La apreciación del Yen, utilizada por muchos inversores como moneda refugio ante la crisis de la deuda en la zona euro, resta competitividad a las exportaciones niponas.
El escaso crecimiento de las exportaciones se combina con un aumento de las importaciones ya que la crisis nuclear hace que Japón siga necesitando comprar combustible y el resultado ha sido un aumento del déficit comercial.
Pese a la subida de las exportaciones Japón registró en agosto un
déficit comercial de unos 10.200 millones de dólares.