Redacción
30/09/2011
El gobierno birmano ha anunciado la paralización del proyecto hidroeléctrico en la cuenca del río Irrawaddy. La construcción de la presa, financiada por China, había desencadenado una fuerte oposición pública a la que se había sumado la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
El presidente de Birmania, Thein Sein, ha anunciado hoy en el parlamento la suspensión del proyecto que financiaba China con una inversión de 3.600 millones de dólares. Thein Sein ha admitido que la presión de la opinión pública ha desencadenado esta decisión.
La construcción de la
presa Mysitone en el cauce alto del río Irrawaddy, en el norte de Birmania, había provocado importantes protestas, especialmente en el lugar de construcción en el estado de Katchin, y un rechazo unánime de grupos ecologistas, oposición política e intelectuales.
La líder opositora y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, se había sumado a la campaña contra la construcción de la presa y en defensa de preservar los recursos naturales del país.
La construcción de Mysitone iba a provocar más de diez mil desplazados. La presa iba a ser una de las más altas del mundo e iba a sumergir una extensión de tierra similar al tamaño de Singapur.
La decisión del gobierno de paralizar un proyecto liderado por su principal aliado internacional, China, ante la presión de la opinión pública representa una nueva demostración de que el régimen birmano intenta abrir una nueva etapa política y busca la legitimidad.
China Power Investment, una empresa estatal china, financiaba la construcción del proyecto que estaba dirigido a producir electricidad para suministrarla al sur de China.
El proyecto también había aumentado el sentimiento anti-chino que se está generando en el país ante el gran número de inversiones chinas y la aparición de una numerosa clase acomodada de comerciantes chinos.
El gobierno birmano ha asegurado que se negociará los términos de un nuevo acuerdo con China y que se seguirá apostando por la construcción de presas para generar energía.
El presidente Thein Sein se ha comprometido a paralizar el proyecto mientras dure su actual mandato, que finaliza en 2015, pero no ha asegurado nada para el futuro.