Redacción
14/07/2011
Aunque con un impacto menor que en noviembre de 2008, el terrorismo ha golpeado de nuevo la capital económica de India, Bombay, donde en plena hora punta de la noche del miércoles se registraban tres explosiones en barrios muy concurridos.
Bombay y las principales ciudades indias están bajo la alerta máxima ante la posibilidad que las acciones terroristas de este miércoles sean un primer asalto de una campaña más prolongada de atentados.
En menos de un cuarto de hora, alrededor de las 7:00 de la tarde, hora local, tenían lugar los tres atentados terroristas, en el bazar de Zaveri, el barrio de Dadar y el sector de la Ópera.
Las deflagraciones provocaban el caos entre los centenares de transeúntes que se encontraban en las zonas objeto de la acción terrorista, dado que se trata de áreas muy comerciales.
Según los primeros indicios, las explosiones las causaron artefactos de fabricación artesanal, es decir, que el escenario no sería comparable a la acción terrorista coordinada de noviembre de 2008.
Entonces, un numeroso comando islamista atentó contra distintos puntos neurálgicos de la capital financiera de India, la estación central y, entre otros objetivos, el emblemático Hotel Taj Mahal.
Aquellas acciones causaron una grave crisis con el vecino y rival Pakistán, a cuyos servicios secretos India acusó de estar detrás de la acción.
Desde entonces, las relaciones han mejorado sustancialmente y en esta ocasión Islamabad se ha apresurado a condenar las acciones.
En cualquier caso, el terrorismo de signo islamista ha aflorado en India anteriormente sin necesidad de tener una clara retaguardia en Pakistán, como sí sucedió hace dos años y medio en Bombay.
La mano del grupo fundamentalsta islámico pakistaní Lashkar-i-Toiba acabó estando detrás de los atentados a pesar de la insistencia de Islamabad en negarlo.
Dado el bajo perfil de esta triple acción, a pesar de la voluntad de causar un alto número de muertos, es la agenda propia de grupúsculos islamistas crecidos en India durante los años de afirmación hinduísta anteriores al actual gobierno del Congreso la que podría estar detrás de estos atentados.
Con todo, en el complejo entramado del terrorismo de signo islamista es difícil llegar a determinar con precisión a los verdaderos responsables. Por ello el gobierno de Nueva Delhi no descarta la conexión pakistani.