Redacción
08/07/2011
Dos ex generales del ejército de Pakistán han negado las acusaciones que les implica en la venta de tecnología nuclear a Corea del Norte durante los años noventa. La denuncia la ha realizado el padre del programa nuclear, Abdul Qadeer Khan, que asegura que recibieron 3,5 millones de dólares de soborno del régimen de Pyongyang.
Abdul Qadeer Khan, que confesó en 2004 la venta a Corea del Norte de tecnología para construir una bomba nuclear, ha implicado al ex general Jehangir Karamat y al teniente general Zulfiqar Khan en la venta de tecnología para el enriquecimiento de uranio y ha aportado documentos que lo acreditan.
La información y los documentos han sido publicados por el
Washintong Post e incluyen una carta de un supuesto secretario del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Jon Byong Houn, escrita en inglés y fechada en julio de 1988, con los detalles del acuerdo y el precio pagado a cambio de los secretos nucleares.
Los dos implicados han
negado las acusaciones y aseguran que los documentos son una invención.
A. Q. Khan era considerado prácticamente un héroe nacional por haber desarrollado el programa nuclear para dotar a Pakistán de una bomba atómica y así mantener la competencia con la India.
En 2004 confesó en la televisión que había vendido tecnología y secretos nucleares a Corea del Norte, Libia e Irán para que pudieran enriquecer uranio y desarrollar una bomba nuclear.
En su confesión, A. Q. Khan aseguró que era el único responsable de la red de contrabando que vendía secretos nucleares, ante las sospechas internacionales de que el gobierno de Pakistán estaba implicado en el desarrollo del programa nuclear del régimen de Pyongyang.
Khan abría aceptado autoinculparse y asumir toda la responsabilidad absolviendo al gobierno para mantener la libertad, actualmente vive bajo arresto domiciliario.
La publicación de los documentos, parece que entregados hace años a especialistas para su publicación posterior, corroborarían las sospechas de que el gobierno o al menos altos cargos del ejército estaban involucrados en la venta de tecnología nuclear secreta.