Redacción
10/06/2011
El superávit comercial chino del mes de mayo refleja una moderación en la fuerte dependencia de la gran potencia emergente de Asia del sector exterior.
Si bien los 13.050 millones de dólares de superávit comercial superan la cifra de abril, cuando se había situado en 11.430 millones, el dato está muy por debajo de las estimaciones formuladas por los analistas, que lo situaban entre los 18.000 y los 20.000 millones.
De ahí que la moderación en este indicador pueda interpretarse como un cambio de tendencia respecto al modelo de comercio exterior chino de las últimas décadas, auténtico motor de la gran transformación.
El
superávit comercial chino decreceun 35,1% en los primeros cinco meses del año con respecto al mismo período de 2010.
En el plano más concreto y siempre según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas china, la reducción del superávit se ha debido al marcado incremento de las importaciones, un 28,4% este mes de mayo respecto al mismo mes del año pasado y frente a un 21,8% en abril, así como a un no menos evidente retroceso en las exportaciones, que han crecido un 19,4% frente a una expansión del 29,9% el mes anterior.
Los analistas consideran que sin poder extraer conclusiones inequívocas, debido a la volatilidad de los datos mes a mes, la tendencia a reducir la hegemonía comercial resulta evidente.
Pekín no puede permitirse hacer oídos sordos a la presión de las economías desarrolladas por lo que consideran una desleal infravaloración del yuan o renminbi.
Al mismo tiempo, el éxito económico de las dos últimas décadas ha redundado en un mayor deseo de bienestar y calidad de vida por parte de la población china que solamente es posible satisfacer con incrementos salariales.
La progresiva apreciación del yuan y el incremento del coste de la mano de obra van a encarecer sin duda las exportaciones chinas al tiempo que la demanda interna busca productos de importación.
Estas son las claves del deseado reequilibrio comercial de los próximos meses y años.