Redacción
15/06/2011
El informe elaborado por la
Fundación Thomson- Reuters muestra como Asia lidera el ranking de los países que ofrecen peores condiciones de vida a las mujeres. El informe valora las percepciones de amenaza para las mujeres que van desde el abuso doméstico al feticidio femenino pasando por la discriminación económica o las mutilaciones genitales.
Afganistán es el país que ofrece las peores condiciones de vida para las mujeres debido a los altos niveles de violencia, unidos a los graves déficits en sanidad agravados además por la extrema pobreza. La combinación de conflicto armado con las tradiciones culturales que niegan derechos a la mujer se convierte en letal. Las mujeres que intentan asumir funciones públicas y desafían los estereotipos sufren intimidación constante y muchas son asesinadas.
La vecina Pakistán ocupa el número tres del ranking mundial en este estudio y destaca por el alto número de “crímenes de honor” que todavía se producen y que muchas veces se realizan a través de ataques con ácido. Se calcula que unas mil mujeres y niñas mueren anualmente por esta causa. El país tiene una de las tasas más altas de asesinatos por dote y de matrimonios forzados entre niños.
La India, a pesar del desarrollo de las últimas décadas, se sitúa en el puesto número cuatro de los países más peligrosos para ser mujer. En este caso es debido a que muchas ni siquiera llegan a nacer.
El aborto selectivo por motivo de sexo, arraigado por la tradición patriarcal que prima al varón frente a la mujer, y el importante tráfico sexual de mujeres hacen de la emergente India un país donde es muy peligroso ser mujer.
El Fondo de Población de Naciones Unidas calcula que durante el último siglo 50 millones de niñas se pueden considerar “desaparecidas” debido a los infanticidios o el aborto selectivo en la India.
El propio gobierno indio estima que en el año 2009 cien millones de personas, la mayoría mujeres o niñas, estaban inmersas en redes de tráfico de personas.
Para elaborar el
estudio se ha encuestado a 213 expertos de género de los cinco continentes y se ha tenido en cuenta seis factores de riesgo: las amenazas para la salud, la violencia sexual, la violencia no sexual, factores culturales o religiosos, la falta de acceso a los recursos y el riesgo de tráfico de personas. Se ha entrevistado a trabajadores sociales, políticos, académicos, periodistas, especialistas en desarrollo y profesionales de organizaciones de ayuda humanitaria.