Redacción
10/05/2011
Yousuf Raza Gilani, el primer ministro de Pakistán, comparecía este lunes ante el parlamento para responder a las acusaciones lanzadas contra el gobierno tanto desde la oposición, que había pedido su dimisión y la del presidente Zardari, como desde Estados Unidos.
Gilani defendió el papel de los servicios secretos, el todopoderoso ISI, argumentando que el hecho de que Bin Laden se escondiera en una ciudad llena de militares o que el ejército no detectara la operación de las fuerzas norteamericanas contra Bin Laden no son motivos suficientes para hablar de incompetencia.
Muchos menos consideró la acusación de que sectores del ISI o del gobierno fueran cómplices de la red de apoyo a Bin Laden durante los últimos años, algo que consideró “absurdo”.
Con todo, tal como había pedido Obama el día antes, anunció que Pakistán investigará a fondo cómo pudo Bin Laden permanecer más de cinco años escondido en Abbottabad, cómo llegó allí, si recibió ayuda externa y por qué no le descubrieron.
Barack Obama declaraba en televisión este domingo que Osama Bin Laden contaba con una red de apoyo en Pakistán que le facilitó su establecimiento y su invisibilidad, por lo que el gobierno debía investigar quién formaba parte de esta red y si había en ella miembros del ISI, que posee una larga trayectoria de vínculos con grupos terroristas, del ejército o del gobierno.
Gilani, en su discurso a la defensiva y en inglés, contraatacó recordando a Estados Unidos su importante papel en la creación de la red de
Al Qaeda durante la invasión soviética de Afganistán.
También reiteró, como ya había apuntado desde París, que la dispersión de los líderes de Al Qaeda se produjo tras el fracaso del ataque en las montañas de Tora Bora en 2001 y que no haberlo encontrado en diez años no se debía sólo a un fracaso el ISI sino del conjunto de agencias de inteligencia de todo el mundo. Y añadía: “Nosotros no invitamos a Al Qaeda a Pakistán”.
Sin embargo, a pesar de la difícil situación actual, Gilani manifestó que Washington sigue siendo un aliado clave para Pakistán y que la cooperación les beneficia mutuamente. No en vano, Pakistán ha recibido más de 11.000 millones de dólares de Estados Unidos en ayuda militar en la última década.
Pero ello no implica que la opinión pública pakistaní esté de acuerdo con la línea del gobierno y mientras Gilani daba explicaciones en el parlamento, en las zonas tribales se producían manifestaciones contra el asesinato de Bin Laden.
Una oportuna filtración
Coincidiendo con la comparecencia de Gilani y en un ejemplo más de la tensión generada entre los dos países, los servicios secretos pakistaníes filtraban por segunda vez en medio año el nombre del
responsable de la CIA en Pakistán.
Algunos medios de comunicación difundían el rumor y aunque no se ha confirmado que sea el verdadero nombre, supone un nuevo intento de dificultar la tarea de la inteligencia norteamericana en el país.
En todo caso, la CIA ha anunciado que
no relevará a su hombre fuerte en Pakistán y que la filtración ha sido un intento de desviar la atención ante la petición de explicaciones al gobierno de Islamabad.
Acuerdo bilateral secreto
Aunque entre las acusaciones de Gilani contra Estados Unidos sobresale el de la violación de la soberanía nacional, el periódico británico
The Guardian publica que Estados Unidos y Pakistán firmaron un acuerdo secreto que permitía a las fuerzas norteamericanas actuar unilateralmente en suelo pakistaní en caso de localizar a Bin Laden.
El acuerdo habría sido firmado una década atrás por los entonces presidentes Pervez Musharraf y George Bush, y fue renovado en febrero de 2008.
De acuerdo con esta información, Estados Unidos ha simplemente llevado a la práctica este pacto secreto, que incluía incluso que Pakistán debería reaccionar airadamente contra la acción norteamericana.